Preocupación porque grupos gays bajan la guardia frente al sida
Desciende el uso habitual del preservativo
Otro nubarrón se cierne sobre la lucha contra el sida en España. La publicidad de los fármacos antirretrovirales, que han conseguido frenar la mortalidad a causa del VIH, está provocando que un importante sector de personas, sobre todo homosexuales, haya relajado sus hábitos de prevención e incurra ahora más veces en prácticas sexuales de riesgo. ¿Por qué tanta prevención si el sida ya no mata?, parecen preguntarse, ignorando que el sida continúa sin posibilidad de curación.
Un estudio encargado por la Generalitat de Cataluña al grupo Stop Sida, de la Coordinadora Gay Lesbiana, revela que los positivos por VIH entre homosexuales crecieron el 2% en el año 2000, al mismo tiempo que se observaba un descenso en la utilización sistemática del preservativo y un aumento del número de hombres que afirman no preocuparse de si han corrido una situación de riesgo.
'El 25% de los encuestados asumen prácticas sexuales de alto riesgo'
La gerente de Stop Sida y responsable del estudio, Kati Zaragoza, considera 'preocupante' el descenso del número de personas que declaran utilizar el preservativo siempre o casi siempre. Si en 1998 el 47% de los hombres encuestados aseguraba utilizar siempre el preservativo en sus relaciones con parejas estables, ahora el índice se ha reducido hasta el 41%. En las relaciones esporádicas aumenta el 4% el índice de personas que utilizan el preservativo sólo de forma ocasional. A grandes rasgos, Zaragoza afirma que 'el 25% de los encuestados están asumiendo prácticas sexuales de alto riesgo con parejas ocasionales', ya que no utilizan el condón o sólo lo usan de forma ocasional.
Los homosexuales españoles también están adoptando métodos de relación sexual menos seguros que antes. El estudio revela que la penetración anal es practicada hoy por el 83% de los homosexuales sin pareja estable, cuando en 1995 sólo era practicada por el 72% de los hombres del mismo grupo.
Pero ¿qué lleva a una persona, sea o no homosexual, a relajar sus precauciones contra el sida? 'Se pueden distinguir dos grupos de personas', explica Zaragoza. 'En primer lugar el de aquellos que, por falta de información, creen que a ellos nunca les ocurrirá nada. Otras personas, en cambio, deciden abandonar el preservativo aun conociendo el riesgo en que incurren. Están muy bien informadas, pero hartas del bombardeo de información sobre el sida y creen que, en caso de infectarse, podrán tirar a base de las terapias existentes'.
Esta relajación en los hábitos de prevención no sorprende a los expertos. Hace tres años, varias asociaciones norteamericanas de lucha contra el sida ya alertaron de que la comunidad gay de San Francisco estaba abandonando algunos hábitos de prevención 'por cansancio psicológico'. En aquel momento los expertos ya predijeron que el fenómeno llegaría a Europa a medio plazo, 'y así ha sido', afirma Kati Zaragoza, quien es pesimista: 'En San Francisco, lejos de mejorar, la prevención sigue bajando, por lo que las consecuencias pueden ser nefastas'.
El riesgo añadido de la droga
N o sólo la bajada de la guardia en materia de prevención preocupa a los médicos. El aumento del consumo de drogas antes de las relaciones sexuales y durante ellas ha disparado una nueva alarma entre las organizaciones de lucha contra el sida. El estudio de Stop Sida revela que en los últimos cinco años el consumo de cocaína, alcohol, éxtasis y nitritos inhalables, como los poppers, ha crecido de forma importante entre los encuestados. Si en 1995 el 9,6% de los encuestados admitían consumir cocaína antes de una relación sexual o durante ella, ahora son el 22% quienes reconocen haberlo hecho durante los últimos 12 meses. El consumo de éxtasis también ha crecido el 5%. Otras drogas cada vez más populares son los poppers, consumidos por el 38% de los encuestados. Según la gerente de Stop Sida, Kati Zaragoza, esta droga es muy popular entre determinados grupos gays, 'ya que ayuda a mantener la erección durante más tiempo'. El aumento de consumo de sustancias alienantes preocupa a los médicos, ya que según Zaragoza 'impide afrontar la relación de forma consciente y en muchos casos hace perder la conciencia del riesgo que ésta puede entrañar'.
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