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Milosevic tejió una red financiera en 50 países para pagar la guerra

Un informe desvela cómo Yugoslavia burló el embargo de armas

Isabel Ferrer

En la década de los noventa, el ex líder serbio Slobodan Milosevic estableció una red financiera clandestina para comprar material militar que abarcaba 50 países. Con dicho entramado habría burlado el embargo de armas impuesto a Yugoslavia entre 1991 y 2000. A esta conclusión ha llegado la fiscalía del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, que juzga a Milosevic en La Haya.

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La fiscalía presentó ayer en La Haya un informe sobre las transacciones secretas ordenadas por el antiguo presidente de Yugoslavia, al que se juzga desde el pasado 12 de febrero por crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en las guerras de los Balcanes. Efectuada por el noruego Morten Torkildsen, la investigación señala que las compras militares fueron efectuadas a espaldas del Parlamento yugoslavo con divisas extranjeras desviadas, casi en su totalidad, por la Administración Federal de Aduanas.

Una parte del dinero iba a parar al Ejército y a las fuerzas del Ministerio de Interior. Otras cantidades de difícil cómputo, según el propio auditor del Tribunal, permanecían en el país, sobre todo en la Beogradska Banka, presidida por Milosevic antes de alzarse con el liderazgo del partido socialista serbio. Una última partida llenaba las cuentas de sociedades tapadera abiertas en bancos extranjeros, como el Banco Popular de Chipre y el Banco Helénico de Grecia.

'Nunca en toda mi carrera había topado con una estructura financiera asentada en paraísos fiscales tan vasta y complicada', ha señalado Torkildsen, que admite la imposibilidad de calcular el monto total de las transferencias efectuadas por orden de Milosevic a cuentas domiciliadas, entre otros lugares, en Suiza, Alemania, Austria, Luxemburgo, Liechtenstein, Singapur, Mónaco, Guernesey, la isla de Man y Jersey, además de las mencionadas Grecia y Chipre. Para no levantar sospechas se crearon además varias compañías, ocho de ellas en dicha isla mediterránea, que recibían fondos salidos de Yugoslavia.

Según el auditor del Tribunal Penal, 'fuertes pagos con fondos salidos de Chipre fueron recibidos por sociedades con sede en Israel, Rusia y Estados Unidos, implicadas en la producción y venta de equipos militares'. Otra de las compañías tapadera era Aviatrend, formada en Gibraltar en 1994 y uno de cuyos accionistas era el ciudadano ruso Valeri Tchernyl, supuesto traficante de armas conocido por la Interpol bajo el nombre de Viktor Doudenkof.

A lo largo de todo el informe queda claro que Milosevic daba directamente las órdenes sobre las transacciones y de ahí que, una vez arrestado en su país en abril de 2001 por supuesta malversación de fondos, asegurara que nunca se lucró personalmente ni tampoco contribuyó al enriquecimiento de sus colaboradores más próximos. 'Fui presidente de la República Federal de Yugoslavia y presidente de la República de Serbia cuando nuestro país sufría los efectos de las sanciones internacionales. Todos los pagos extraordinarios tenían como fin reforzar nuestra seguridad', declaró ante los jueces de Belgrado. Más adelante añadió que la compra de armamento y munición para el Ejército serbio constituía 'un secreto de Estado', y por eso no apareció en los presupuestos ordinarios.

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