'Los serbios no volverán a tener supremacía en Kosovo'
El ministro de Exteriores de Yugoslavia, Goran Svilanovic, un serbio de Kosovo de 38 años, está convencido de que podrá volver a su provincia natal, administrada hoy por la ONU desde el acuerdo de mayo de 1999 que puso fin a los bombardeos. Svilanovic sostiene que ahora no es el momento adecuado para modificar la resolución 1.244 de la ONU, que mantiene la definición jurídica de Kosovo como una provincia serbia, sino de ocuparse de la situación económica y de seguridad de la población kosovar. A pesar de su optimismo sobre la posibilidad de regresar un día, Svilanovic cree que los serbios 'no volverán a tener allí una supremacía, pero podrán vivir'.
Svilanovic preside la Alianza Cívica Serbia, uno de los 18 grupos que forman la coalición Oposición Democrática de Serbia (DOS) que derribó al déspota Slobodan Milosevic y gobierna en Serbia y Yugoslavia desde hace poco más de un año. En los últimos meses han estallado las disputas entre el presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, y el primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic. Se habla ya de nuevas elecciones anticipadas en Serbia. Para Svilanovic, 'ésta sería una de las posibilidades para resolver la crisis, pero creo que volverían a encontrarse los mismos socios de coalición y tendrían que colaborar juntos de nuevo'. ' Otra posibilidad sería dialogar dentro de la coalición sobre los problemas que plantea el partido de Kostunica', añade.
Según Svilanovic, Kostunica y Djindjic 'se pueden entender, y en este momento ése sería el mejor camino para estabilizar la situación interna del país; los objetivos son fortalecer las instituciones, el Parlamento, el Gobierno, la justicia, la situación en el ejército y la policía'.
No está de acuerdo 'con la apreciación de que Kosovo esté más lejos de Serbia'. 'Lo que ahora nos interesa es cómo iniciarán su trabajo los órganos elegidos. Se ha demostrado que la colaboración entre los políticos serbios y albaneses de Kosovo es posible'.
A la pregunta de si prefiere al actual representante de la ONU, el danés Hans Haekkerup, al anterior, el francés Bernard Kouchner, Svilanovic responde: 'En Yugoslavia se produjo una transformación enorme que ha facilitado el cambio del representante de la ONU y de su postura. El estatuto de Kosovo está definido en la resolución 1.244 de la ONU y no hay que insistir en otras definiciones del mismo, sino en cuestiones vitales para los habitantes de Kosovo, como la difícil situación económica y el altísimo grado de inseguridad sobre la propiedad de los serbios. En los últimos dos años murieron asesinados muchos serbios y muchos se marcharon a Serbia. Ésos son los problemas reales que debería tratar Haekkerup y los nuevos organismos elegidos. A esto hay que añadir la cuestión de los desaparecidos. Hay que esclarecer lo ocurrido con los 1.300 serbios desaparecidos estos dos años en Kosovo'.
Svilanovic, un serbio de Kosovo nacido en Gjilane, tiene todavía parientes que viven allí. 'La protección de la Kfor es muy débil y me preocupa mucho su situación y la de los demás serbios'.
No obstante, Svilanovic asegura: 'Estoy convencido de que voy a volver a Kosovo. Esto va a ocurrir. El proceso de pacificación y la determinación de la culpabilidad de los que cometieron crímenes necesita tiempo. Hay que tomar ejemplo de Bosnia-Herzegovina y Croacia, donde se ha logrado un nivel mucho más alto de seguridad personal. En Kosovo hay mucha gente afectada por las tragedias vividas. También en Bosnia y Croacia se pasa por un proceso de nuevas relaciones de amistad y pacificación y se necesita tiempo. Se puede ir a Bosnia y Croacia y es natural que se espere lo mismo de Kosovo, sobre todo porque es una parte de Serbia'.
La colaboración con el Tribunal Penal de La Haya para los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia (TPYI) resulta problemática para Serbia. Según Svilanovic, no debilitará al Gobierno. 'Hemos insistido en aprobar una ley de colaboración con el tribunal para tener un marco legal'.
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