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La Unión Europea concede a Rusia un estatuto que le permitirá un mejor trato comercial

Se abren perspectivas para el ingreso de Moscú en la Organización Mundial de Comercio

Pilar Bonet

La Unión Europea (UE) anunció ayer que va a conceder a Rusia el rango de país de economía de mercado como reconocimiento de las importantes reformas que este país ha emprendido en los últimos años, para lo cual Bruselas modificará sus reglamentos de comercio en un plazo relámpago de meses. Ése fue el resultado más notable de la 9ª cumbre entre la Unión Europea y Rusia, que se celebró ayer en el Kremlin y que no logró desbloquear el conflicto sobre Kaliningrado y los problemas que afrontarán sus habitantes cuando este enclave se convierta en una isla rusa dentro de la UE ampliada.

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La discusión sobre Kaliningrado con los interlocutores europeos, encabezados por el jefe del Gobierno español, José María Aznar, y el presidente de la Comisión, Romano Prodi, tuvo un 'carácter bastante enconado', según el presidente Putin. Para el líder ruso, la resolución de este problema es la prueba de fuego o el control de la 'calidad' de las relaciones entre Rusia y la UE. 'Cumplimos nuestra promesa', manifestó Prodi, al anunciar, al inicio mismo de las negociaciones, que la UE se dispone a dar el estatuto de economía de mercado a Rusia. La UE, que es el primer socio comercial de Moscú, se adelanta de esta forma a EE UU, que ha encargado a su Departamento de Comercio decidir antes del 14 de junio. 'Como principal socio comercial de Rusia, es correcto e indicado que seamos los primeros en reconocer y recompensar los considerables esfuerzos emprendidos por este país en los últimos años', manifestó Prodi.

Medios de la comisión calculaban que Rusia puede operar ya con el nuevo estatuto el próximo otoño. Gracias a él, Moscú se beneficiará de procedimientos contra la competencia desleal menos severos que en la actualidad. El cálculo de márgenes, costes y precios se basará en criterios refereridos al propio mercado ruso y no en referencia a otros países con economía de mercado. En cierto modo, puede decirse que para las mercancías rusas regirá la presunción de inocencia cuando lleguen a los mercados europeos, aunque no estará excluida la posibilidad de que la comisión, haciéndose eco de eventuales denuncias, entable procedimientos antidumping contra uno u otro producto. Antes, habrá que modificar 14 reglamentos de rango menor contra la competencia desleal y el reglamento sobre subvenciones de la UE.

Significado simbólico

La medida tiene más significado simbólico que práctico, porque los productos rusos que han tenido problemas de competencia desleal, incluido el aluminio, suponen una pequeña parte del volumen comercial entre la UE y Rusia. Sin embargo, con el reconocimiento del rango de economía de mercado por parte de Bruselas se abren nuevas perspectivas para el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC), un proceso al que la UE reiteró ayer su apoyo. Rusia podría ingresar en la OMC en el 2003, según el director de esta organización, Mike Moore.

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La concesión del estatuto de economía de mercado a Rusia no está ligada formalmente a una reforma de la política de precios energéticos en el mercado interno ruso, que la comisión considera como subvenciones indirectas a las mercancías exportadas. La declaración conjunta contiene, no obstante, una mención a este respecto, según la cual Moscú 'pondrá en práctica de forma gradual los principios de mercado en sus políticas energéticas, también en lo que se refiere a los precios'. Rusia está dispuesta a incrementar los precios internos de su energía de forma paulatina, dada las enormes repercusiones, incluidas consecuencias de tipo social, que una subida brusca podría tener.

Además de la declaración conjunta, los documentos firmados en la cumbre de ayer fueron una declaración para el desarrollo del diálogo político y colaboración para regular crisis y cuestiones de seguridad, otra sobre el diálogo energético, una tercera sobre Oriente Próximo y una cuarta sobre India y Pakistán.

Moscú da muestras de quererse integrar en la política de seguridad y exterior de la UE incluso antes de que ésta se haya perfilado del todo. Putin manifestó ayer que el Ministerio de Defensa espera respuesta al plan de acción que ha elaborado en este ámbito. Simultáneamente a la cumbre que tenía lugar en el Kremlin, el general Gustav Hegglund, jefe del comité militar permanente de la UE, debatía con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, sobre la cooperación bilateral en gestiones de crisis y la posibilidad de emplear aviones rusos para el transporte de contingentes pacificadores. Todo indica que el nuevo acuerdo entre la OTAN y Rusia abre un nuevo paraguas bajo el cual existen posibilidades de cooperación más estrecha entre Europa y Rusia en materia de seguridad y defensa.

Rusia puede también incorporarse al debate interno energético de la UE si prosperan los planes de la Comisión que Loyola de Palacio tiene intención de presentar al Consejo, según manifestaron fuentes comunitarias en Moscú.

La comisaria quiere plantear la creación de una reserva estratégica de energía para Europa, que sería gestionada por las compañías privadas. Tal reserva estratégica de energía sería una especie de inventario de carácter orientador, que permitiría conocer las disponibilidades y prever las necesidades energéticas a escala de la UE y no sólo nacionales, señalaron las fuentes.

El comunicado conjunto señala que Rusia 'merece obtener acceso' al mercado energético de la UE y afirma que los proyectos de inversión en el sector energético ruso promoverían la integración en este sector y la 'seguridad energética' en el continente europeo. Para los contenciosos sobre el suministro de gas a Europa se perfila una solución que haría rentable para Gazprom, el monopolio del gas ruso, salir a un mercado europeo liberalizado, en lugar de la fórmula de contratos bilaterales de carácter cerrado que ha empleado hasta ahora y que la Comisión considera como contrarios al mercado único.

Otro contencioso para el que se acordó buscar una solución son las limitaciones sobre la importación de materiales nucleares. Rusia está muy preocupada por el futuro de las exportaciones de material fisible que exporta a los países candidatos al ingreso en la UE.

De derecha a izquierda, Vladímir Putin, José María Aznar, Romano Prodi y Javier Solana, ayer en Moscú.
De derecha a izquierda, Vladímir Putin, José María Aznar, Romano Prodi y Javier Solana, ayer en Moscú.REUTERS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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