Los economistas dicen que Cataluña no aprovecha el actual reto tecnológico

Cataluña cojea en los sectores punteros de la economía, como las telecomunicaciones, la informática, la biotecnología o la nanotecnología, según los economistas catalanes. En su aportación al actual debate sobre el diseño de un modelo de futuro para Cataluña, planteado por el propio Gobierno catalán hace tres meses, el Colegio de Economistas diagnostica que esta comunidad 'tiene problemas' para aprovechar los retos que plantea la actual 'ola tecnológica', lo que puede causar 'un cierto colapso'.

El conseller en cap, Artur Mas, y su consejero de Economía, Francesc Homs, plantearon el pasado febrero al mundo empresarial, sindical y universitario una iniciativa para intentar acordar en el plazo de tres meses medidas que favorezcan el desarrollo de las infraestructuras, la internacionalización de las empresas y la mejora del mercado laboral catalán.

En este marco, un grupo de 40 economistas encabezados por el decano del Colegio de Economistas, Jordi Conejos, entregó ayer a Artur Mas el documento Un nuevo modelo de futuro para Cataluña. Después de una introducción en la que los expertos critican un modelo de crecimiento sin un objetivo finalista preciso y en la que piden un planteamiento lo más consensuado posible 'sobre a dónde vamos', el texto, de 13 páginas, concreta sus reflexiones y propuestas.

El área metropolitana

En materia de infraestructuras, los economistas subrayan la necesidad de mayores inversiones, tanto en la red aeroportuaria y portuaria como en la ferroviaria, el transporte urbano e interurbano o, por lo que respecta a las infraestructuras energéticas, la mejora del servicio. En este capítulo, el modelo de futuro de Cataluña pasa, añaden los economistas, por 'dinamizar' el Área Metropolitana de Barcelona y por 'potenciar otras realidades metropolitanas como el eje Reus-Valls-Tarragona o el área de Girona'.

El documento también subraya la necesidad de 'más red de infraestructura de telecomunicaciones, especialmente dirigida a las actividades y polígonos económico-industriales'. Para garantizar que ésta sea utilizada, se requiere -política tarifaria aparte-, que se impulse el uso de estas infraestructuras 'por parte de las instituciones públicas y el mundo de la enseñanza'.

Las 'limitaciones' para la expansión de las empresas catalanas que se deriva de su reducido tamaño, también tienen su lugar en el documento, junto con las 'barreras psicológicas' que el control familiar representa a menudo a la hora de crear 'grandes grupos empresariales', cuya existencia es 'fundamental' en la actual economía globalizada. También se critica la autofinanciación como principal vía para buscar la expansión internacional y la insuficiente profesionalización de la gestión.

En materia de empleo, los economistas destacan la necesidad de hacer casar el mercado laboral y el sistema educativo con la realidad empresarial. El Colegio de Economistas también piden una reflexión sobre la oportunidad de alargar la vida laboral retrasando, 'o incluso flexibilizando' la edad de jubilación legal (de los 65 años a los 70) y efectiva (de los 58 años a los 63) para reducir los costes crecientes que entraña la población jubilada.