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Uno de cada seis niños del mundo es víctima de explotación laboral

El tráfico ilegal supera el millón de menores

Gabriela Cañas

Unos 246 millones de niños de entre 5 y 17 años (uno de cada seis) son explotados laboralmente. El 60% de ellos vive en Asia y el Pacífico, ocupados en condiciones penosas en la agricultura y la pesca, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El problema llega al Primer Mundo en una de sus formas más rechazables: el tráfico ilegal de niños desde países pobres para ser explotados sexualmente. Se calcula que este tráfico de seres humanos afecta cada año a 1,2 millones de menores.

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Albania, Rumania o Bulgaria son países que dentro de pocos años formarán parte de la Unión Europea y que, sin embargo, aún hoy sufren un preocupante tráfico de niños hacia los países más ricos. 'El problema de la explotación infantil', advirtió la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Anna Diamantópoulou, 'está mucho más cerca de nosotros de lo que solemos creer'. De hecho, 2,5 millones de los niños explotados laboralmente (el 1% del total) viven en los países industrializados.

Y tampoco España se libra del fenómeno. Este mismo informe asegura que hay en este país 200.000 trabajadores menores de 14 años, 'muchos de los cuales trabajan en pequeñas empresas en condiciones de subcontratación, especialmente en la industria del calzado'.

Pero, ciertamente, las grandes bolsas de explotación infantil se sitúan lejos de los contornos europeos. La más importante está en Asia y el Pacífico (127 millones de niños), seguida por el África subsahariana (48 millones de niños) y por América Latina y Caribe (17,4 millones de niños).

Los datos globales son más precisos que los aportados en informes anteriores, pero no son comparables porque se han utilizado metodologías diferentes. Hace siete años se contabilizaron 250 milllones de niños explotados. La cifra actual es algo más pequeña, lo que permite a la OIT afirmar que hay una cierta mejora de la situación, pero a los 246 de ahora se añaden otros 106 millones que también están involucrados en el mundo laboral, pero realizando tareas domésticas, trabajos ligeros, en condiciones aceptables para la OIT. En el otro extremo se contabilizan hoy hasta 8,4 millones atrapados en la peor forma de explotación laboral: esclavitud, trata de niños, prostitución o reclutamiento forzoso para conflictos armados.

Parte del sistema

Las ONG, 'fundamentales' en este terreno, según la OIT, saben que el trabajo infantil forma una parte importante del entramado económico, de la que no se puede prescindir de la noche a la mañana. 'Los programas de erradicación del trabajo infantil que realizamos en Marruecos se limitan en ocasiones a intentar mejorar la situación laboral de los niños. Esto se hace cuando son ya mayores (15, 17 años) y no hay otra alternativa', relata Ben Chakroun, también de la OIT. 'A largo plazo, nuestro objetivo es la erradicación e intentar que las empresas sólo reemplacen a los niños por adultos'.

'Actualmente', dice la OIT, 'se cuenta con una gran experiencia dentro y fuera de la OIT en intervenciones efectivas para la erradicación del trabajo infantil'. En los programas se ofrecen alternativas económicas a las familias en forma de microcréditos y becas, asesoramiento y, sobre todo, educación, tanto a los padres como a los niños trabajadores.

Pros y contras del boicoteo

¿Son eficaces las campañas de boicoteo contra productos de ciertas multinacionales que utilizan mano de obra infantil? Los representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que acudieron ayer a Bruselas para la presentación oficial del nuevo informe advirtieron de que se han detectado tanto efectos perversos como resultados positivos de dichas campañas. 'Se hizo una campaña en el sector textil contra ciertos productos fabricados por niños en Bangladesh y el resultado es que muchos se quedaron sin trabajo y terminaron en la prostitución', contó Michel Hansenne, que fue director general de la OIT hasta 1999. 'Sin embargo, hubo una campaña similar contra los balones de fútbol fabricados para la Copa del Mundo y la reacción de la FIFA y la UEFA concluyó en una mejora de la situación de los niños trabajadores de Pakistán con programas concretos'. Para Frans Roselaers, director del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT, las campañas de boicoteo tienen importancia en la medida en que forman parte de una creciente sensibilización de la opinión pública, pero en caso de que supongan una solución en algunos casos, ésta no es permanente. El caso de las multinacionales que contratan mano de obra infantil, y por tanto mucho más barata, es, además, una parte ínfima del problema. La mayoría de los niños trabajadores forman parte de un mercado laboral informal limitado al entorno local y desarrollan su labor fuera de los marcos jurídicos que protegen al resto de los trabajadores.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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