'Rumania aporta la consolidación del flanco sur de la OTAN'
El senador rumano Petre Roman, de 55 años, que tuvo un papel protagonista en los días de la caída de la dictadura de Nicolae Ceausescu, ex primer ministro y ex ministro de Asuntos Exteriores, se muestra firme partidario del ingreso de su país en la OTAN. Para Roman, esto supone la consolidación del flanco sur de la OTAN, y sirve para garantizar en Rumania la democracia y la economía de mercado. Roman concedió una entrevista a EL PAÍS durante su visita a Madrid para participar en un seminario de la Fundación Fride.
Sobre el ingreso de Rumania en la OTAN, sostiene Roman: 'Rumania aporta la consolidación del flanco sur de la OTAN, que es el más precario. Supone poner en marcha en todos los Balcanes el Estado de derecho y la economía de mercado y eliminar y bloquear todo tipo de tráfico. La zona de los Balcanes es todavía muy permeable a todo tipo de tráfico, a la criminalidad organizada. Esto se puede hacer con la OTAN, que significa extender la democracia. Para esto se requiere poner la OTAN en el flanco sur, con Rumania y Bulgaria, hacer el puente entre Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría hacia Grecia y Turquía. Esto significa cerrar el flanco sur. Dentro de los países candidatos, Rumania es el más importante, con 22 millones de habitantes y más o menos como media España en superficie'. Rumania ya colabora con Estados Unidos y la OTAN: 'Hay aeropuertos en Constanza, y ahora se trata de conceder una base militar portuaria a Estados Unidos, que actúa a solas, pero eso, en definitiva, es para la OTAN'.
La cumbre de la OTAN en noviembre en Praga decide sobre los nuevos miembros de la Alianza. Destaca Roman el papel del llamado proceso de Vilna, que incluye a 10 países, los aspirantes inmediatos, los bálticos, más Albania, Macedonia y Croacia. Según Roman, el 11 de septiembre [los atentados contra EE UU] ha aumentado las posibilidades de que Rumania y Bulgaria sean invitados a entrar en la OTAN. Esto sería una buena cosa, porque sería de verdad estabilizar la democracia en Rumania y debilitar por completo a los populistas. Sería reforzar las reglas de funcionamiento en Rumania y Bulgaria, y esto significa que funcione la economía de mercado, unido al apoyo estratégico y militar a la OTAN en la zona'.
Las elecciones de noviembre de 2000 supusieron en Rumania un auge de los ultranacionalistas de Vadim Tudor. Para Roman, 'este riesgo no se ha apagado. El populismo en Rumania se apoya en la mentalidad de la época de Ceausescu, que fue de un populismo brutal y un nacionalismo total. Este populismo se puede apoyar en esa mentalidad existente, y la gente pobre lo sigue. Bajo el régimen de Ceausescu, el Estado era todo, y dos millones de personas cobraban un sueldo por no hacer nada. Hay una reserva para un populismo así'.
Roman opina que en su país queda mucho por hacer: 'Rumania tiene todavía una economía de mercado funcional. Ésta es una manera muy elegante de decir que hay demasiado dinero que se gana por vía ilegal, ilícita, dinero negro, y corrupción, y éste es un tema muy importante'.
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