El Papa dice que ya no basta sólo con condenar la violencia en Tierra Santa
Contra la violencia desatada en Oriente Próximo se alzó ayer, una vez más, la voz vacilante del Papa, que en su mensaje Urbi et Orbe del domingo de Resurrección dijo basta a la inercia política frente a 'la dramática espiral de abusos y asesinatos que llenan de sangre la Tierra Santa'. El Pontífice reprochó a los políticos que se limiten a denunciar los hechos 'sin que a las denuncias les sigan actos de solidaridad concretos', que ayuden a todas las partes en conflicto a encontrar 'el mutuo respeto y la negociación leal'.
'La tierra donde nació Jesús', recordó Juan Pablo II, 'se ha hundido una vez más en estos últimos días en el horror y la desesperación y parece que se hubiera declarado guerra a la paz'. Pero la guerra, recuerda Karol Wojtyla, 'no resuelve nada, comporta sólo más sufrimiento y muerte; tampoco resuelven nada las revanchas ni las represalias. La tragedia es verdaderamente grande: nadie puede quedarse callado e inerte, ningún responsable político o religioso. A las denuncias deben seguir actos de solidaridad concretos', es necesario comprometerse para 'hacer que desaparezcan todas las causas del odio y de la venganza'.
'La paz, tal y como la ve el mundo', añadió el Papa, 'con frecuencia representa un precario equilibrio de fuerzas, que tarde o temprano terminan por contraponerse'. Pero es necesario 'gobernar esas fuerzas' y no dejarlas a la deriva. Es hora de que los políticos y los religiosos se comprometan 'a construir una humanidad más justa y fraterna'.
Las palabras del Pontífice, que mostró un aspecto más saludable que en días anteriores, aunque completó su discurso de dos horas con dificultad, están en sintonía con la posición del Vaticano, que hace días ha mostrado su preocupación por la escalada de la violencia en Oriente Próximo, la Tierra Santa también de los católicos. El diario oficioso de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, había lamentado el sábado la 'inercia' de los políticos frente a una situación que parece haber tocado techo. La Radio Vaticana, emisora de la Santa Sede, entrevistó también al patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, que hizo un llamamiento a la comunidad internacional urgiéndola a salir de su silencio. Sabbah invitó incluso a los líderes israelíes a no considerar a los palestinos como terroristas, sino como un pueblo que tiene derecho a la propia tierra y a la paz.
El Vaticano intenta mantener una posición super partes en este conflicto, sin dar nunca apoyos expresos, aunque no ha ocultado nunca sus simpatías pro palestinas, entre otras razones porque son palestinos los miembros de la pequeña comunidad católica que reside en Oriente Próximo. El Papa visitó la zona hace dos años, durante un periodo de relativa calma.
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