Endesa tropieza con el tango

Fue suficiente baile latino para Endesa. El 'efecto tango' le ha bastado a la eléctrica para decidir en febrero una reordenación de sus planes de inversiones. De aquí a 2006 preferirá crecer en casa y limitarse a mantener su fuerte posicionamiento en América mediante su filial chilena Enersis, presidida por Alfredo Llorente. Tal vez sus competidores regionales, como la norteamericana AES, Électricité de France (EdF) o la francesa TotalFinaElf, aprovechen la oportunidad para expandirse.

El recorte de sus inversiones previstas en Latinoamérica no va a afectar a sus planes de crecimiento en el mercado brasileño

El grupo español reclama compensaciones por la reconversión de tarifas de dólares a pesos y por su congelación durante seis meses

El grupo Endesa había llegado a Argentina en 1992, cuando un peso equivalía a un dólar estadounidense por ley y la tercera economía latinoamericana comenzaba a recuperarse de la hiperinflación de los años 1989 y 1990 con privatizaciones y economía de mercado. La abolición de aquella paridad fija el 5 de enero pasado y la consiguiente devaluación del peso supusieron un impacto negativo de 84 millones de euros en la cuenta de resultados de 2001 del grupo español. Sus reservas mermaron 356 millones. Los analistas consideran que la compañía podrá compensar sólo en parte este daño por la llegada de la época de lluvias en Brasil, cuyas centrales hidroeléctricas del noreste están reactivándose, y la reciente apreciación del real brasileño y del peso chileno.

Activos en la región

Su principal activo argentino es la Empresa Distribuidora Sur (Edesur), que abastece la zona austral de la megalópolis de Buenos Aires. También cuenta con participaciones en Central Dock Sud, Comercializadora de Mercosur, Compañía de Transmisión de Mercosur (CTM, que exporta a Brasil), Central Costanera, Hidroeléctrica El Chocón, CAM Argentina (constructora de redes eléctricas), Chilectra de Argentina (servicios profesionales y actividades financieras y de inversión), Synapsis (servicios informáticos) y la transportista Yacylec.

Los primeros dos meses del año asestaron otro golpe argentino a la cuenta de resultados de Endesa del presente ejercicio: 47 millones de euros. El balance recibió a su vez un impacto negativo de 106 millones. En total, el grupo español provisionó 153 millones de euros por el impacto de la devaluación del peso en enero (cuando el dólar arañaba las 2 unidades) y febrero (cuando llegó a 2,17). La divisa norteamericana rozó esta semana los 2,50 pesos. Las tarifas, que antes se expresaban en dólares, según el contrato de privatización, se congelaron en pesos por seis meses desde enero por una ley del Congreso argentino.

Esta semana, el Gobierno de Eduardo Duhalde, mediante un equipo del Ministerio de Economía, comenzó a renegociar el contrato con Edesur.

El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, anunció que planteará al Ejecutivo argentino que se compense a la compañía por la desdolarización de los precios a medida que el país se recupere de la actual crisis económica. Concretamente pidió un aumento de tarifas.Duhalde rogó 'prudencia' a las empresas de servicios públicos a la hora de elevar los precios. La otra opción consiste en el recorte de la calidad del servicio, que en la actualidad está exigida por el contrato y que demanda constantes inversiones. No siempre la tarifa es determinante, pero la distribuidora Edesur ya vivió la experiencia de un apagón en pleno verano porteño de 1999 y su imagen ha quedado dañada.

Finalmente, las empresas eléctricas propusieron el lunes pasado un mecanismo para evitar el perjuicio de los consumidores: ofrecieron mantener la tarifa actual a cambio de rebajar su componente impositivo (22%) y recibir este remanente. El Estado debería asumir los costes para compensar a las compañías. Más adelante, el Gobierno argentino deberá plantear una reforma del sistema eléctrico, pues falta inversión en generación y transporte y algunos expertos temen una crisis energética en 2004, como la vivida por Brasil o California, si se mantienen las reglas de juego actuales.

La agudización del efecto tango condujo a Endesa a la decisión de congelar las inversiones para seguir creciendo en Latinoamérica, donde está presente en siete países: Chile, Argentina, Brasil, Perú, Colombia, República Dominicana y Panamá. El plan inversor 2002-2006 de Endesa ascenderá a 13.000 millones de euros, lo que supone una reducción del 35%.

Este ajuste afecta principalmente al otro lado del Atlántico y a divisiones no estratégicas, a las que la empresa iba a destinar 5.000 millones de euros. La meta del grupo en la región consiste en mantenerse como líder en el sector eléctrico y mejorar la calidad de suministro, lo que se contrapondría con la posibilidad de disminuirla en Argentina.

A pesar de la suspensión de los planes de expansión, Endesa procurará consolidarse como operador energético en los países y en las actividades en las que ya está. La interrupción del crecimiento no significa la congelación de las actuales inversiones en Brasil, la última y más prometedora apuesta del grupo en la región. Seguirán en marcha los desembolsos de 557 millones de dólares (640 millones de euros) de la Companhia de Electricidade do Rio de Janeiro, filial brasileña de la firma española. Ese dinero está siendo destinado a la construcción de una segunda línea de transmisión de interconexión para importar electricidad desde Argentina y una planta de generación termoeléctrica en la ciudad de Fortaleza, en el Estado nororiental de Ceará.

Crecimiento en Brasil

Ambas obras están destinadas a evitar futuras crisis energéticas en Brasil, como la del año pasado, que impuso un racionamiento del consumo hasta febrero último. Sin embargo, la actual línea que une Argentina y Brasil fue utilizada unos días del mes pasado para exportar desde el gigante suramericano por fallas en el sistema argentino.

Los analistas consideran que la decisión de enfriar Latinoamérica fue acertada por el alto riesgo de la región y la dificultad de crecimiento en las actuales circunstancias, pese a que el efecto tango apenas repercutió en sus vecinos.