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La lucha por la contención

La lucha de Sanidad para frenar el aumento del gasto farmacéutico está llena de iniciativas, pero el mercado se ha resistido hasta la fecha a todas ellas.

Tanto el Gobierno como el sector de laboratorios, distribuidores y oficinas de farmacia tienen asumido que el importe debe aumentar. La incorporación de nuevas prestaciones, la mejoría en las que ya existen y, sobre todo, el envejecimiento de la población empujan al alza la factura farmacéutica.

La lucha viene de lejos. En 1991 el incremento fue del 17%, y en 1992 casi del 15%, pero este aumento se justificó por la extensión de la cobertura sanitaria.

En 1994, la ministra socialista Ángeles Amador tomó la primera iniciativa y permitió que los hospitales compraran los pañales y otros artículos fuera de las farmacias. Con ello, consiguió que el aumento del gasto fuera de sólo el 5,6%, el menor de los últimos diez años. Pero el efecto de esta medida duró un año. En 1995 el incremento del gasto fue del 11,5%.

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En 1996, se permitió la venta de leches infantiles en grandes superficies, y se recortó un 2% el margen de los farmacéuticos y un 1% el de los mayoristas. El ahorro previsto era de unos 186 millones de euros.

En julio de 1998 se eliminaron 834 fármacos de la financiación pública (el llamado medicamentazo). El ahorro esperado, 72 millones de euros. En 1999 se volvió a bajar por decreto el precio de los medicamentos; en 2000 se redujo el margen de las farmacias y se implantaron los precios máximos subvencionados. En 2001, hubo una nueva reducción por decreto del precio de cinco de los fármacos más vendidos. También se amplió la lista de medicamentos sometidos a precios máximos subvencionados y el de genéricos autorizados. En total, un ahorro estimado de más de 900 millones de euros.

Cansados del goteo de medidas que no les permitía planificar sus inversiones, los representantes del sector firmaron en noviembre un pacto por la estabilidad del mercado farmacéutico con Sanidad. El acuerdo, con una vigencia de tres años, establece las cantidades que debe pagar tanto la patronal como las farmacias en función de su facturación.

Pese a todas estas medidas, y coincidiendo con el fin de las transferencias, se ha producido un nuevo susto. Fuentes del sector manifestaron ayer que no les sorprendía 'en absoluto' el aumento del gasto farmacéutico durante enero y febrero. 'Las medidas que toma el Ministerio son de carácter economicista; no tienen continuidad y no van al fondo del asunto', manifestaron. Entre las propuestas de los expertos están fomentar 'en serio' el mercado de genéricos y no aprobar nuevos medicamentos si no suponen una 'clara mejoría terapéutica' frente a los existentes.

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