Catálogo de promesas para Perú
Visto y no visto. Algo menos de 18 horas estuvo George W. Bush en suelo peruano en la primera visita a la nación andina, calificada de histórica por las autoridades locales, de un presidente de EE UU. Muchos peruanos se preguntan a qué vino un jefe de Estado tan importante y tan ocupado a un país tan modesto y tan poco relevante en el concierto mundial. Bush y Alejandro Toledo, presidente peruano, se esforzaron en transmitir que hay buena química entre ellos. Habrá que dejar pasar algún tiempo para comprobar si se cumplen las expectativas que despertó la visita de Bush.
El presidente estadounidense dejó un reguero de promesas y buenas palabras en un comunicado de prensa que sustituyó a la habitual declaración conjunta. El único convenio firmado se refiere a la reanudación, después de 30 años, de las actividades en Perú del Cuerpo de Paz (Peace Corps) en proyectos de desarrollo.
Los mandatarios de las vecinas Colombia, Bolivia y Ecuador acompañaron a Toledo para escuchar a Bush, que no dejó dudas de que su obsesión es el terrorismo, bajo el nombre de Bin Laden, de las FARC o de Sendero Luminoso - 'el progreso económico depende de la seguridad, y la seguridad es imposible con terroristas'- y el narcotráfico, en la medida que éste contribuye a la financiación de aquél. En este último ámbito, EE UU aportará este año una ayuda de 195 millones de dólares.
Hasta aquí, lo concreto. Bush ha prometido abrir los mercados para los productos andinos, exigencia permanente de toda América Latina; hacer todo lo posible para que el Senado norteamericano apruebe la renovación y ampliación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA) y discutir una futura incorporación de Perú al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Buenas intenciones de un presidente que dice estar 'impresionado por el progreso de Perú' y tener mucha confianza en el futuro.
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