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Palacios hace las Américas

La empresa prevé duplicar sus exportaciones en EE UU en 2002

El desembarco de los chorizos Palacios en Estados Unidos ha sido recibido con los brazos abiertos. Aunque llevan tiempo llegando con cuentagotas al otro lado del charco, los embutidos riojanos se preparan ahora para ser comercializados en varios Estados de la Unión y doblar resultados.

'¡Por fin auténtico chorizo español en América!' Con estas palabras celebraba el diario The New York Times, tanto en su edición digital como en la de papel, la entrada de los embutidos Palacios en Estados Unidos. A pesar del entusiasmo del periódico, uno de los más considerados del país, lo cierto es que los productos de la empresa riojana no son unos recién llegados al mercado norteamericano.

En 1997, Palacios superó la primera inspección de las autoridades sanitarias estadounidenses, un control que se repite cada seis meses y que se completa, en el caso de los productos que se venden en España, con el examen de las carnes por parte de la autoridad veterinaria de la Rioja. También por esas fechas obtuvieron el distintivo de calidad europeo ISO 9002. Y un año más tarde comenzaron los primeros envíos, que, a través de Puerto Rico, trataban de hacerse un hueco entre el mercado hispano.Con el año 2000 llegaron tiempos difíciles: la guerra comercial con Estados Unidos gravó a los productos procedentes del Viejo Continente con la llamada sanción carrusel, por la que los exportadores comunitarios veían incrementarse en un 100% los aranceles impuestos por Estados Unidos, un enorme obstáculo para la comercialización de sus mercancías.

A finales de año la situación se regulariza y ya en 2001 un español, Iván Sanmartín, abre una oficina en Miami (Florida), desde la que intenta consolidar una red de distribución. 'Las exportaciones no son aún demasiado abundantes', reconoce Pedro Domínguez, director financiero de la empresa, 'pero sí es cierto que las hemos doblado desde el año pasado. El próximo envío que tenemos previsto es el de un contenedor con 15 toneladas de embutido que saldrá para Miami el 18 de este mes'. En 2001 se exportaron 100 toneladas de mecancía, con una facturación de 500.000 dólares (unos 568.000 euros). Este año, la empresa prevé duplicar los envíos, lo que supondría ingresar aproximadamente un millón de dólares procedentes de Estados Unidos.

En la actualidad, los productos Palacios se encuentran con relativa facilidad en Florida, y la empresa busca distribuidores para establecer nuevos centros de venta en Boston y California. El grupo cuenta además con filiales en Toulouse (Francia) y Santiago de Chile. Pero también es posible comer embutidos de la marca en Alemania, Bélgica, Austria o México.

Embutidos Palacios, que empezó siendo una carnicería familiar, ha pasado de los 45 trabajadores de hace 10 años a contar en la actualidad con una plantilla de más de 300 empleados. El año pasado facturó 70 millones de euros, frente a los 50 millones de 2000. En un mercado enormemente competitivo, donde los diez primeros fabricantes sólo acaparan el 25% de la cuota de mercado, Palacios alcanza el 19,4%. Dentro de España, el grupo ha dividido la red comercial en cinco grandes zonas, al frente de cada una de las cuales hay un jefe de ventas. El equipo de distribución se completa con 40 responsables locales en las provincias más importantes y con unos 300 vendedores que promocionan los productos del grupo.

Pero los embutidos son ahora sólo una parte de la producción de la empresa. Además de la división tradicional de productos cárnicos, el grupo ha decidido lanzar nuevas líneas de negocio: en la actualidad fabrica también pizzas, y este año se hicieron con la Compañía Cocinados de la Sagra, SA, para entrar en el mercado de las tortillas de patatas refrigeradas. El próximo reto será sacar a la venta tartas frescas que se conservan durante 30 días, y más adelante, platos preparados, listos para el consumo previo paso por el microondas.

Desde la empresa confían en que el chorizo Palacios es la mejor carta de presentación para abrirse paso en Europa y también al otro lado del charco.

Los americanos lo prefieren picante

El mercado estadounidense prefiere el chorizo picante, al que llaman hot, quizás por la influencia mejicana. Los productos que Palacio vende al otro lado del Atlántico tienen dos peculiaridades en relación a los que se comercializan en España: el primero, el del precio. En España una sarta de 280 gramos envasada al vacío cuesta 2,5 euros, mientras que en Estados Unidos el precio oscila entre 5,8 y 7 euros. Pero la diferencia principal radica en que los productos que se exportan a la primera potencia mundial están compuestos única y exclusivamente por carne danesa. No se trata de una cuestión de calidad, sino práctica: en Estados Unidos no entra ningún producto cárnico que no proceda de un matadero homologado por el Departamento de Sanidad, el USDA, con lo que a Palacios le quedaban como opciones, dentro de Europa, abastecerse en Irlanda o en Dinamarca, y prefirieron esta segunda opción. Pero cuando la materia prima llega a La Rioja, el proceso se uniformiza: el chorizo se hace siempre con carne de hembra, ya que éstas tiene menos hormonas que los machos y proporciona mejor sabor. Y como únicos aditivos, en Palacios, que presume de sacar al mercado un producto 100% natural, se permite la sal, el pimentón y el ajo.

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