El arzobispo de Cali asesinado iba a declarar sobre el narcotráfico
La hipótesis que señala al narcotráfico como autor del asesinato del arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cansino, ocurrido el sábado por la noche, toma fuerza. 'Vemos evidencias de que pudo haber intervención del narcotráfico', aseguró ayer el fiscal Luis Camilo Osorio.
El mismo funcionario confirmó que el prelado asesinado había enviado a su despacho una carta en la que ratificaba sus denuncias sobre el ingreso de dinero ilegal en la campaña para las elecciones del Congreso. Cuando el religioso habló, a mediados de febrero, el presidente Andrés Pastrana le exigió concretar sus acusaciones. Algunos periodistas informaron, de manera equivocada, de que el arzobispo daría los nombres de los políticos implicados. 'Ustedes me están poniendo la cruz al cuello', les amonestó Duarte Cansino.
Para la semana próxima se había fijado una cita del alto prelado en la Fiscalía para declarar en la investigación abierta en este caso. 'Íbamos a entrevistarnos [con monseñor Isaías Duarte] para ver si concretaba sus acusaciones', afirmó Osorio. 'Las valientes declaraciones del arzobispo contra el dinero del narcotráfico en las campañas electorales deben forzarnos a trabajar en esa dirección', añadió el fiscal.
Dinero maldito
Desde hace años monseñor Duarte hablaba con dureza del 'dinero maldito del narcotráfico'. 'Por el afán de dinero, los colombianos están adorando dioses falsos como la violencia, el narcotráfico y la corrupción', dijo el año pasado en un sermón de Semana Santa.
Las denuncias del prelado asesinado se unen a las declaraciones de Salvatore Mancuso, uno de los comandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia -ejército ilegal de la ultraderecha vinculado y financiado parcialmente con el narcotráfico-, quien aseguró que su movimiento había logrado el 35% de los escaños del Congreso elegido a principios de marzo.
Multitudinaria fue la romería de caleños a la catedral, para darle el último adiós a este prelado 'que conquistó a la ciudad', como tituló El País, el más importante periódico regional. 'El hombre de todos, de ricos y de desposeídos', señalaba el diario. Hoy martes, Duarte será sepultado en una ceremonia presidida por el cardenal Pedro Rubiano. 'Lo dejaron solo cuando dio la voz de alerta', cuando denunció 'la corrupción y la muerte disfrazada detrás del narcotráfico', dijo Gloria Cuartas, alcaldesa de Apartadó cuando Duarte Cansino era obispo de la zona.
'Señor, los colombianos estamos enfermos de tanta violencia, injusticia y maldad', escribió monseñor Duarte , tres días antes de caer asesinado. Y terminaba: 'Este pueblo que tanto amas, necesita recuperar el valor de la vida y la dignidad'.
La presidencia española de la UE condenó ayer, en nombre de los 15 socios europeos, el asesinato del arzobispo de Cali y expresó su confianza en que el crimen 'no quedará impune para sus ejecutores e instigadores'.
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