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AULA LIBRE
Columna
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¿Calidad o segregación?

Una de las cosas que aprendí en la escuela es que cuando haya algo que no entienda bien, por mucho que me lo expliquen, puede deberse a tres razones: mi propia incapacidad o ignorancia; la capacidad de quien trata de explicarlo; o la imposibilidad de entender algo ininteligible y de explicar algo inexplicable. Tengo que reconocer que últimamente tengo muchas dificultades para comprender el contenido de algunas propuestas educativas del Partido Popular. No digo ya compartir o rechazar, sino algo previo, entender o comprender lo que dicen que quieren decir. Me tranquiliza el hecho de que no soy el único y de que muchos otros comparten mis dificultades, a tenor de la gran cantidad de aclaraciones que la ministra Pilar del Castillo se ve obligada a hacer cada vez que se refiere a alguna de sus propuestas, aclaraciones que curiosamente sólo suelen contribuir a generar más confusión.

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Su última iniciativa se ha plasmado en el llamado Documento de bases para una Ley de Calidad de la Educación que la señora ministra presentó el pasado lunes día 11. Documento que desde entonces la propia ministra se ha dedicado en cuerpo y alma a interpretar, matizar y, en ocasiones, incluso, a desmentir, por lo menos en una parte de su contenido. Contenido que, por cierto, está escrito y ya se sabe que las palabras se las lleva el viento, pero la letra... Es por ello que leyendo las páginas 21 y 22 de dicho documento yo había interpretado con alarma lo único que, en mi opinión, cabe interpretar: que un número indeterminado de alumnos, debido a sus 'dificultades de aprendizaje', serán segregados a partir de los 12 años, separados de su grupo normal para incluirlos en un grupo llamado de 'refuerzo educativo', del que con toda probabilidad sólo saldrán para abandonar la escuela a la edad de 15 años. Otra novedad alarmante que incorpora la propuesta ministerial. A saber, que, si no entiendo mal, se acabó la enseñanza común, obligatoria, hasta los 16 años

No me ha tranquilizado en absoluto escuchar ayer a la señora ministra en la cadena SER que 'la separación se podrá hacer a los 12 y 13 años y sólo en algunas materias'. Los alumnos, ha añadido la ministra, podrán permanecer en esos grupos unos meses o todo el curso. Grupos separados, en algunas materias y para todo el curso. Una intranquilidad que se incrementa al leer con detenimiento el Documento de bases del ministerio, la página 25 en concreto, en la que se afirma que los alumnos que, habiendo repetido un año, no superen el curso se incorporarán a esos grupos de refuerzo. Aquí ya no caben interpretaciones. Los grupos de refuerzo son grupos en los que los alumnos van a recibir clases de todas las materias, son grupos de repetidores. Pero por si mi interpretación, esta vez de sus palabras, vuelve a ser errónea, estoy seguro de que la señora ministra no tendrá ningún inconveniente en aclarar lo que sea necesario para contribuir al mejor fin de este debate educativo que nos ha propuesto y al que gustosamente me propongo contribuir.

La verdad es que, para minimizar los malentendidos, la educación, como muchas otras actividades, ha ido desarrollando un léxico propio, peculiar. Así, todos los que discutimos sobre cuestiones educativas podemos identificar el contenido exacto de cada palabra y su significado preciso. El hecho es que la señora ministra ha asegurado que no tiene ninguna intención de segregar a los alumnos a los 12 años en razón de sus capacidades, conocimientos, origen, etcétera, sino que la nueva Ley de Calidad va a promover las actividades de 'refuerzo' y 'apoyo' educativo. Dado que en el pasado reciente he tenido la oportunidad de colaborar en una administración educativa que lleva años desarrollando este tipo de medidas, creo que puede tener algún interés explicar sus implicaciones:

- El concepto de 'refuerzo educativo' implica que todos los alumnos, no sólo aquellos que tienen dificultades de aprendizaje, sino también los que evidencian posibilidades de avanzar más y más rápidamente que sus compañeros, van a disponer de un 'apoyo' adicional a la tarea que desarrollan en su grupo ordinario.

- Ese 'apoyo' adicional suele concretarse de varias maneras: desdoblando el grupo en que dichos alumnos están integrados, es decir, posibilitando una mejor atención a cada alumno, al existir menos alumnos en cada grupo; dedicando horas suplementarias a la atención individual o en grupo a los alumnos que por unas u otras razones lo necesiten; o bien, combinando ambas medidas.

- Lo anterior implica ampliar notablemente la plantilla de profesores que trabajan en la etapa que nos ocupa, es decir, la ESO. Por poner un ejemplo, si un alumno tiene reglamentariamente tres horas a la semana de matemáticas, esas tres horas deben cuantificarse en seis horas para los profesores que las imparten, precisamente para poder reforzar, desdoblar y apoyar de la forma mejor al alumnado que lo necesite.

De esta manera, se trata de conseguir que todos los alumnos, sin abandonar su grupo, sean atendidos de acuerdo a sus necesidades porque hay profesorado suficiente para hacerlo. Y la experiencia demuestra, se lo puedo asegurar, una notable mejora en los resultados.

Todas estas medidas cuestan dinero. Teniendo en cuenta que la ministra ha asegurado que no va a existir segregación alguna de los alumnos a los 12 años de edad, sus buenas intenciones de 'apoyo' y 'refuerzo' deberán también concretarse en un aumento sustancial de la financiación de la educación, cuestión que desgraciadamente parece asimismo ignorar.

Como el debate no ha hecho más que empezar, espero que nos pueda explicar también qué aportan los itinerarios y la reválida a una mejora de la calidad que, según leo en su documento, es 'calidad para todos'. Pero empecemos por el principio. La señora ministra tiene la obligación de aclarar si va a segregar o no a los estudiantes desde los 12 años. Eso se desprende de su documento. Y, mientras no lo aclare, tendremos la sensación de que trata de justificar lo injustificable y de explicar lo inexplicable. Lo cual no contribuiría sino a aumentar una desagradable sensación de fraude.

Alfonso Unceta es profesor de Sociología de la UPV-EHU, ha sido viceconsejero del Gobierno vasco e impulsor de las medidas de refuerzo en la ESO en el País Vasco.

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