Empeora el estado de salud de Eduardo Chillida
La familia del escultor vasco Eduardo Chillida, de 78 años, cayó ayer de nuevo en el desánimo. La salud del artista, ingresado en la Policlínica de San Sebastián en estado 'extremadamente crítico', empeoró a lo largo del día, después de la levísima mejoría experimentada la víspera. La euforia de su mujer, Pilar Belzunce, y de sus ocho hijos se apagó de golpe. 'Los análisis', reconoció su hijo Luis, 'han dado malos resultados'. 'No saben lo que puede durar, dicen que lo mismo puede ser un día que una semana'. Al cierre de esta edición, el escultor seguía 'muy grave'.
La saga Chillida, que ha recibido llamadas de apoyo de personalidades como el canciller alemán Gerard Schröder, vive estos momentos en la intimidad, consciente de que no hay salida, pese al aguante del patriarca. 'Nos dicen que no es normal que siga en este mundo con las crisis que ha tenido'. Sus horas más dulces -desde que ingresó el miércoles con bronconeumonía- las vivió el sábado. Estuvo tranquilo y a momentos 'semiconsciente', según amigos de la familia.
Babelia
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