Los ediles del PSE exigen a Aznar que deje de cuestionar su lealtad

Los casi 300 cargos electos del PSE-EE (entre ellos 243 ediles), todos en la diana de ETA, presentaron ayer un manifiesto en el que exigen a José María Aznar y al PP que no sigan cuestionando la lealtad del partido que lidera José Luis Rodríguez Zapatero al Pacto Antiterrorista, a la Constitución y al Estatuto vasco. 'El presidente tendrá que explicar a los ciudadanos por qué no quiere hablar conmigo de la situación de los concejales'. La reunión sigue siendo necesaria, insistió el líder socialista, que pidió al PP y al Gobierno que sean tan 'leales y honestos' como él y su partido con el Pacto Antiterrorista.

'Seguimos pensando que la unidad del PP y del PSOE, partidos sobre los que razonablemente va a seguir recayendo la responsabilidad de gobernar España, es la mejor garantía de que nunca nadie cederá al chantaje terrorista y de que la democracia y el pluralismo jamás será moneda de cambio en ningún diálogo'. Iñaki Dubreuil -el concejal de Ordizia (Guipúzcoa) que salvó su vida tras la explosión de un coche bomba colocado por ETA el 22 de febrero del pasado año que mató a dos trabajadores, justo un año después de que la organización terrorista asesinara a Fernando Buesa- leyó el manifiesto ultimado la víspera por la gestora del socialismo vasco.

Era la respuesta del PSE-EE a las constantes críticas llegadas en las últimas semanas desde los máximos dirigentes del PP y del propio Gobierno de José María Aznar contra los socialistas por lo que el PP considera deslealtad socialista con el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

'No podemos comprender que quienes estamos defendiendo con nuestro trabajo y nuestro compromiso diario al servicio de toda la ciudadanía la libertad y la democracia en Euskadi seamos acusados de deslealtad por el presidente del Gobierno, que es el presidente de todos los españoles y como tal tiene la responsabilidad última de garantizar nuestra integridad y la de nuestras familias', se subraya en el manifiesto, endosando al propio José María Aznar la responsabilidad última de garantizar la vida de todas las personas amenazadas en Euskadi.

En el acto de presentación del manifiesto, ayer en Bilbao, en el que participaron 34 de los casi 300 cargos socialistas (243 ediles, además de los alcaldes y miembros de las Juntas Generales de las tres provincias vascas) Dubreuil no estaba sólo. Había ediles que han sufrido la violencia de ETA y su entorno y una representación de 34 concejales y alcaldes, entre ellos los responsables de las corporaciones de Santurtzi, Sestao e Irún.

El último objetivo de ETA, la teniente de alcalde de Portugalete, Esther Cabezudo, no estuvo presente en el acto porque se encuentra descansando fuera del País Vasco, según precisaron fuente socialistas. Aunque tanto ella, que sufrió el atentado el pasado día 28, como el dirigente de Juventudes Socialistas que fue objeto de un intento de asesinato el 19 de febrero con una bomba lapa, Eduardo Madina, fueron recordados por los asistentes. 'Por defender la Constitución, el Estatuto de Gernika y el Pacto Antiterrorista hemos sufrido la agresión de los terroristas y han perdido la vida valiosos y queridos compañeros y compañeras. En los últimos días Eduardo Madina y Esther Cabezuado y su escolta han sido objeto de atentados por parte de ETA. No hemos sido los únicos, pero siempre hemos estado en primera línea', subrayaron. Finalmente, el manifiesto acusa directamente al PP de 'comportamiento desleal' por no renunciar a 'extraer rentabilidad política de la lucha contra los asesinos de ETA.

Dirigentes del socialismo vasco esperan que el propio Zapatero se 'ponga ahora también al frente' de este movimiento. Precisamente, el líder socialista, que ayer reapareció en la escena pública tras tres días de gripe severa, consideró muy necesaria una conversación con el jefe del Ejecutivo ante la 'delicada situación' que viven los cargos públicos en Euskadi y, desde luego, sus compañeros socialistas.

Había 'buenas perspectivas' y se había 'empezado a concretar' la preparación de la entrevista entre José María Aznar y él mismo, dijo ayer Zapatero. No sabe las razones por las cuales Aznar 'el lunes dijo lo que dijo'. Ese día el presidente negó que estuviera en marcha ninguna entrevista con Zapatero. El líder socialista explicó ayer a este periódico, y posteriomente ante distintos medios de comunicación, en el Círculo de Bellas Artes, en la presentación de los nuevos proyectos de la Fundación Alternativas, su certeza de que la reunión iba a producirse.

'Mi conversación con Javier Arenas y la que mantuvo Alfredo Pérez Rubalcaba con Javier Zarzalejos [secretario general de Presidencia] no dejaba lugar a dudas', señaló. El líder socialista contó que en diciembre solicitó la entrevista con el presidente y que estos días atrás lo hizo de nuevo. 'Volví a pedirla con insistencia ante los atentados contra concejales socialistas'. 'La semana pasada había grandes perspectivas de que la reunión se celebrara tanto por parte de Moncloa como por la del secretario general del PP', insistió, y pidió al jefe del Gobierno que 'reflexione'. 'Si no quiere esta reunión deberá explicarlo a los ciudadanos y que sea la sociedad la que juzgue el comportamiento de unos y otros'.