PSOE e IU acusan al Gobierno de 'maquillar' la situación de Fuerteventura

Hasta José María Aznar reconoció ayer, en la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso, que la situación de los inmigrantes irregulares hacinados en la antigua terminal del aeropuerto de Fuerteventura es mejorable. El líder de IU, Gaspar Llamazares, y el socialista Juan Fernando López Aguilar interrogaron a Aznar y al vicepresidente primero, Mariano Rajoy, sobre ese incumplimiento de los derechos humanos denunciado por varios foros y asociaciones. Aznar culpó a las mafias, y Rajoy relativizó la gravedad de las denuncias.

Gaspar Llamazares aprovechó su pregunta a Aznar sobre por qué el Gobierno no garantiza los derechos humanos de esos inmigrantes para insistir en el fracaso de la política de inmigración y de acogida del Ejecutivo del PP. Una política que definió como de 'Santiago y cierra España'. Llamazares relató cómo conviven en ese centro, 'sin luz natural y ventilación, más de 300 inmigrantes, sin derechos, sin información y sin las mínimas garantías jurídicas contempladas en la Constitución y en los convenios y tratados de derechos humanos'.

El líder de IU aseguró que el Gobierno no sólo no favorece el respeto a los derechos humanos y a la buena información de la opinión pública, sino que 'manipula y desinforma' porque su agencia de 'Mortadelo y Filemón' niega lo que sucede en Fuerteventura.

Aznar atacó las posiciones irresponsables y poco serias de IU en esta materia, como mantener que 'en cualquier parte pueda entrar cualquiera con papeles o sin papeles porque las cosas son ilimitadas'. El presidente señaló el aumento de inmigrantes en Canarias y destacó que la capacidad de los centros de Fuerteventura y Lanzarote supera las 600 personas, mientras que a 1 de marzo la ocupación era de 354. Además, aseguró que los inmigrantes tienen garantizadas sus necesidades básicas (asistencia letrada, intérprete, ropa, medicinas) y que han comenzado ya las obras del nuevo centro de internamiento de Fuerteventura y la ampliación de los de Lanzarote, Tenerife y Las Palmas.

El socialista canario López Aguilar reprochó a Rajoy su política de 'oídos sordos', negación de la realidad, propaganda, maquillaje y ocultación sistemática de una situación humanitaria que alguna organización social ha catalogado de 'Guantanamo II'. Aguilar le exigió responsabilidad y medidas no virtuales. Rajoy rechazó lecciones de derechos humanos del diputado socialista, mantuvo que todos los inmigrantes tienen reconocidos sus derechos y minimizó la gravedad de las denuncias.