Majórica suspende pagos con una deuda de 42 millones de euros
La dirección afirma que pagará en breve parte de los sueldos atrasados
El fabricante de perlas Majórica presentó ayer suspensión de pagos ante un juzgado de Manacor (Baleares), con unas deudas de 42 millones de euros. La empresa no ha podido resistir el bajón de ventas que arrastraba durante los últimos años y sus problemas de liquidez le han obligado a llevar los libros al juzgado. El principal acreedor de la empresa es el SCH, con 30 millones de euros. Majórica debe sueldos atrasados a la plantilla y espera poder pagar parte de la nómina de febrero en las próximas horas.
La empresa, que factura 30 millones de euros, había intentado renovar las pólizas de crédito con los bancos acreedores, pero éstos cerraron hace unos días el grifo financiero, lo que precipitó la suspensión de pagos.
En un comunicado difundido ayer, Majórica anunció que la suspensión de pagos, 'no deseada por nadie', se plantea como consecuencia de la 'situación de precariedad de medios financieros y tesorería'. La empresa sufre esta situación desde noviembre de 2001.
La dirección pidió ayer a los trabajadores que tengan 24 horas más de 'paciencia' para cobrar sus salarios. El jefe de recursos humanos de la empresa, Antonio Barrionuevo, aseguró a los trabajadores que 'posiblemente' cobren la mitad de la nómina de febrero en breve, y el resto, en una fecha no fijada. Los trabajadores de la fábrica de Manacor expresaron su preocupación por la nueva situación ante 'las continuas afirmaciones por parte de la dirección de la empresa relativas al retraso del pago de nóminas', señalaron a Efe fuentes sindicales.
A finales de la pasada semana, la dirección de la empresa y el director general de Trabajo, Fernando Galán, anunciaron a los trabajadores el retraso del pago de las nóminas del mes de febrero. La empresa explicó a la plantilla que negociaba con diversas entidades bancarias para lograr la concesión de avales sobre los bienes de la empresa. La imposibilidad de este acuerdo ha frenado la aportación de nuevos fondos por parte de los accionistas.
En los últimos años, los beneficios de la empresa cayeron en picado. De nueve millones de euros en 1999 cayeron a 3,6 millones de euros en el 2000 y a cero el año pasado.
El accionista mayoritario de la empresa es el fondo de inversión Alpha Private Equity, con el 53% del capital, que adquirió hace cuatro años a las familias que estaban presentes en la entidad desde hace más de un siglo. Otros accionistas son el fondo francés TCR y los fondos españoles SIBC y CORPFIN, estos dos últimos relacionados con las familias Oriol y Sainz de Vicuña. El cabeza visible de los antiguos accionistas, Jaime Peribáñez, que ejercía el cargo de consejero delegado, fue destituido por los nuevos propietarios hace tres años.
La empresa había pactado a final de año con los sindicatos un plan de viabilidad que contemplaba eliminar 188 de sus 650 trabajadores. El acuerdo para reducir plantilla incluía prejubilaciones para los trabajadores de mayor edad y despidos pactados.
El Gobierno balear se había comprometido a prestar ayudas la empresa. El acuerdo alcanzado recogía aportaciones del Ejecutivo autónomo y del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales por valor de 3,8 millones de euros, según informó la dirección de la empresa a final del año pasado.
El valor de una marca
Majórica nació en Manacor (Mallorca) hace 111 años. La crearon Pedro Riche y varios grupos familiares catalanes y mallorquines. Durante años ha encarnado la imagen de la joyería popular. Sus factorías reciben 700.000 visitantes y vende a aeropuertos de 120 países. Es una de las mayores empresas de Baleares. Llegó a emplear a más de un millar de personas. La situación se empezó a torcer a partir de 1998 cuando las ventas descendieron y se acumularon las existencias. Los bancos empezaron a dar la espalda, se descapitalizó y los accionistas le prestaron 12 millones de euros para nueva financiación. Éstos la vendieron hace cuatro años por 60,1 millones de euros. En ese momento, el 70% de su valor fue la marca.
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