Aplausos desde Buenos Aires
La sala Tirso de Molina del hotel Meliá de Buenos Aires prorrumpió en un sonoro aplauso cuando Rosa Regás, secretaria del jurado, anunció que el seudónimo de J. S. Carmona correspondía a Tomás Eloy Martínez. Los asistentes a la videoconferencia, que se transmitió en directo a la capital argentina, exteriorizaron su alegría por una noticia positiva en un país sumido en una profunda depresión colectiva. El Premio Alfaguara de Novela 2002 para Eloy Martínez es un respiro ante tanto lamento justificado.
Apenas tres noticias han aliviado en los últimos meses la sequía cultural en Argentina: la inauguración del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, en septiembre; la nominación al Oscar de la película El hijo de la novia, en febrero, y el Premio Alfaguara de ayer.
La escritora María Esther de Miguel (El general, el pintor y la dama y El palacio de los patos), presente en la videoconferencia, se sumó a los aplausos. 'Hace poco me llamaron de una revista para preguntarme qué noticia buena había escuchado sobre mi país en las últimas semanas. Contesté: ninguna, ninguna, ninguna. Hoy encontré la buena noticia. Me ha emocionado el premio a un argentino, que escribe sobre Argentina y que ha sido premiado en España. Es un gran escritor, me alegro por Alfaguara, me alegro por él, me alegro por la literatura. Estamos tan mal, que escuchar estas cosas te hacen bien'.
Pedro Mairal (Una noche con Sabrina Love, 1998) ratificó las palabras de De Miguel al señalar que en Argentina hay un gran empobrecimiento que afecta directamente a la cultura. 'Que gane un autor argentino, como Tomás Eloy', dijo, 'de una cultura que está casi en los sótanos, me parece importantísimo. Ojalá el libro vaya abriendo puertas y contagie entusiasmo, se lea fuera y aquí, porque los argentinos lo necesitamos. Necesitamos este tipo de inyecciones. El Premio Alfaguara es muy bueno porque se distribuye en toda Latinoamérica, ojalá llegue a los 400 millones de lectores potenciales en lengua española. Que cada vez haya más alfabetos. El peligro en Argentina es que se está analfabetizando la cultura'. El escritor ilustró sus palabras con un ejemplo que vivió ayer Argentina. La mitad de las escuelas no abrieron las puertas debido a una huelga en protesta por los recortes educativos, el empobrecimiento de los alumnos y el aumento de la deserción en la enseñanza.
Babelia
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