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El Ejército y la guerrilla luchan por una carretera estratégica cerca de Bogotá

Temor en las poblaciones de la zona desmilitarizada ante posibles represalias

Tropas del Ejército colombiano y guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se enfrentaron ayer en violentos combates a tan sólo unos 50 kilómetros de la capital, Bogotá, por el control de una carretera de importancia estratégica. Mientras, prosigue el avance del Ejército en la que hasta la semana pasada fuera la zona desmilitarizada, y ayer las tropas ya controlaban cuatro de los cinco cascos urbanos que se encuentran en el interior de la zona. Allí muchas poblaciones viven con el temor a posibles represalias.

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Una de esas poblaciones, un ejemplo típico de lo que está ocurriendo estos días, es La Tunia, en Caquetania, a unas cuatro horas de camino desde San Vicente del Caguán. Cuando hace una semana el presidente colombiano, Andrés Pastrana, anunció el fin del proceso de diálogo con las FARC y presentó fotografías aéreas de las pistas construidas en Caquetania, como prueba de que la guerrilla había hecho uso indebido de la zona destinada a la paz, en La Tunia todos sintieron miedo. A la carrera, los vecinos se prepararon para los bombardeos. 'Si llegan los aviones, todos salimos a las calles con trapos blancos', acordaron en una reunión.

En el pueblo saben que están señalados y es que La Tunia ha prosperado, y mucho, en los años de ausencia del Ejército. 'La guerrilla nos abrió carreteras, nos dio oportunidad de trabajar', explican los vecinos. Las pistas para aviones existen desde hace años, según afirman los que conocen la zona. Sin embargo, la guerrilla construyó una carretera, una gasolinera e incluso el edificio más moderno de la localidad. Una casa a la que los guerrilleros querían prender fuego antes de retirarse, como han hecho con muchos de las obras que levantaron. Al final, se la dejaron a la comunidad.

'El despeje generó muchas mezclas', dicen aquí cuando tratan de explicar cómo la guerrilla en estos años de convivencia con la población bendecida por el Gobierno se convirtió en patrón de campesinos y obreros. Hoy todos sienten terror de lo que pueda ocurrir mañana. 'Me parece bien que entre el Gobierno en la zona del despeje, pero debió de hacerlo con un maletín lleno de soluciones, de plata para invertir, para que el pueblo coja confianza en el Ejército y el Estado. Y en vez de eso entró a bala, con destrucción', dice un hombre de unos 40 años, mientras se limpia con la camiseta el sudor de la cara.

'El Gobierno nos ha perjudicado mucho', es una frase repetida por los campesinos en los caseríos de la carretera entre San Vicente y Macarena. En todas las casas se han colgado a la carrera trapos blancos remedando banderas de paz. 'No ha sido justo con nosotros porque nos metió en esto [el proceso de paz que les dejó en manos de las FARC], y de la noche a la mañana, sin aviso, nos vimos sin despeje', explica un líder comunal.

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Guerrilleros de las FARC pasan junto al cadáver de un paramilitar en la provincia de Valle.
Guerrilleros de las FARC pasan junto al cadáver de un paramilitar en la provincia de Valle.REUTERS

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