Llegan a España las tramas policiacas del narrador ruso Borís Akunin
Verhoeven llevará al cine la primera aventura del detective Fandorin
Grigori Chjartashvili es conocido por los lectores como Borís Akunin, el autor de tres series de novelas policiacas y de aventuras que han tenido un éxito extraordinario en Rusia. Ahora, Erast Fandorin, el detective de su serie principal, está conquistando otros países -ha sido traducido al español, francés, inglés, italiano, japonés- y otros géneros: Paul Verhoeven filmará próximamente El ángel caído, la primera novela de la serie, que acaba de aparecer en España publicada por Salamandra.
El ángel caído es la historia de los primeros pasos como detective del joven Erast Fandorin. Se desarrolla en 1876 y desenmascara una sociedad secreta compuesta por huérfanos que han triunfado en la vida y ocupan cargos clave en sus respectivos campos. El autor inserta en la trama publicidad de nuevos productos de aquellos tiempos y extractos de artículos de periódicos; los personajes leen los libros de moda y discuten sobre los últimos inventos. Todo esto tiene un objetivo concreto: recrear la atmósfera de aquella época. La novela, que llevará al cine el director de Instinto básico, se acaba de rodar en Rusia en cuatro series para la televisión.
Este libro es el primero de una serie en la que Chjartashvili pretente recrear todos los tipos de novela policiaca. El ángel caído es una 'policiaca conspirativa'; luego escribió una de espionaje; la tercera fue una policiaca hermética; la cuarta ha estado protagonizada por un asesino a sueldo, y así sucesivamente. En total, la serie constará de 13 novelas. La editorial Salamandra ha comprado los derechos de las cuatro primeras. El ángel caído y Gambito turco han aparecido esta semana; después se publicarán Leviatán y La muerte de Aquiles.
La fuerza del malvado
El exitoso novelista escogió su seudónimo del japonés, idioma del que ha traducido a excelentes escritores. Akunin en japonés significa 'malvado, malo'. 'El héroe principal de la serie no es Erast, sino el que hace de malo', comenta el escritor. 'Y es que el héroe positivo es siempre más o menos igual y, por eso, un poco aburrido. He presentado una galería de diferentes akunin: en cada novela hay un determinado tipo de nuevo malo, digno adversario de Fandorin. Es muy difícil vencerlo y Erast no siempre lo logra. Como optimista que soy, pienso que la norma es la bondad y la anomalía, la maldad. Eso significa que la maldad es mucho más interesante que la bondad, porque la anomalía es más interesante que la norma. No me interesan los pequeños malos, mis malvados son siempre personalidades brillantes, muchas veces carismáticos. Más aún, a menudo mi héroe positivo no tiene la razón y el malo sí la tiene'.
Además de las obras sobre Erast Fandorin, Chjartashvili escribe una serie sobre una monja detective, Pelaguea, y novelas de aventuras en las que los personajes principales son el último descendiente de Erast -Nicholas- y siempre algún antecesor. Ahora precisamente está terminando la segunda novela de esta serie. Después escribirá la tercera y última sobre Pelaguea. 'Mi próximo proyecto se llama Tándem. La idea es la de escribir novelas de acción junto con literatos que considero interesantes, como Tatiana Tolstaya y Ludmila Ulítskaya. Cada novela tendrá en gran medida el estilo y las maneras de mi socio, es decir, cuando escriba con Tolstaya lo haré a la Tolstaya. La fábula será mía: haré un guión por el que se guiará mi socio; algunos capítulos los escribiré yo y otros él', explica.
Cuando Chjartashvili descansa -como ahora, que ha dejado de lado por una semana la novela sobre Nicholas Fandorin-, escribe obras de teatro. La gaviota, continuación detectivesca de la famosa pieza de Antón Chéjov, ya ha sido puesta en escena con gran éxito. Ahora está escribiendo, en verso, Hamlet, donde convierte el drama de Shakespeare en una pieza policiaca.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.