Acció Ecologista denuncia que 10.000 hectáreas han sido transformadas para cultivo desde 1998
Acció Ecologista-Agró denuncia en un escrito enviado a la Consejería de Medio Ambiente que el número total de transformaciones agrícolas -en su mayor parte puestas en cultivo de terrenos forestales o cambios de secano a regadío- ha sido de 10.000 hectáreas entre los años 1998 y 2000. Tras la revisión de los expedientes de autorización de la consejería, la suma de la superficie que ha sufrido transformaciones alcanza las 500 hectáreas para el cultivo, fundamentalmente de cítricos. La mayoría, 430 hectáreas, corresponde a El Baix Maestrat, La Plana Alta y Baixa, El Camp de Morvedre y El Camp de Túria. Sin embargo, 'durante el trabajo de campo realizado' apunta la asociación ecologista, 'hemos detectado un buen número de de transformaciones no autorizadas', por lo que las estimaciones de la entidad alcanzan las 10.000 hectáreas. Las consecuencias medioambientales derivadas de los antiguos terrenos de secano abandonados y colonizados por vegetación forestal para cultivos de regadío, señala Agró, no sólo tienen un 'indudable impacto paisajístico', sino que producen el incremento de la demanda de agua y la contaminación de los acuíferos por nitratos. 'Además, muchos de estos nuevos cultivos contribuirán de manera notable a la pérdida de suelo y la desertificación'.
Agró destaca en su escrito que la revisión de los expedientes de estimación o evaluación de impacto ambiental han demostrado que la mayoría de los estudios 'son insuficientes y deficientes'. A ello añade que muchas de las transformaciones se realizan antes de solicitar la autorización, señala que no se comprueba suficientemente la legalidad del abastecimiento del agua, en los informes no se tiene en cuenta datos como el estado de los acuíferos o, en algunos casos, se autoriza la transformación contra informes propios forestales o del medio natural. Por ello, la asociación ecologista apunta que continuar con las transformaciones supone 'una manifiesta irracionalidad ecológica y económica', por lo que debe modificarse la ley forestal pata impedirlas salvo 'mínimas y exhaustivamente justificadas' excepciones.
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