El Estado utiliza 1.833 millones de euros de la Seguridad Social para tapar déficit

El Estado recibió el pasado noviembre una inyección de 1.833 millones de euros procedentes de la Seguridad Social. Es el tercer ejercicio en que se adopta esta decisión, cuyo fin es que el Estado presente un déficit de caja mejor. La primera vez fue en 1999, por 54 millones de euros, el pasado año ascendió a 1.888 millones y en 2001 se han utilizado 1.833 millones, según confirmó ayer la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, tras una comparecencia en el Congreso.

Este artilugio contable ha permitido al Estado presentar un superávit de 1.647 millones de euros el mes de noviembre y de 392 millones en los 11 primeros meses del año. Si no se hubiera efectuado el traspaso de fondos, el Estado habría dado déficit en ambos casos. Igual sucedió el pasado año, aunque la operación se efectuó en el mes de diciembre. La buena situación financiera de la Seguridad Social permite esta práctica nada ortoxa, ya que, en esencia, consiste en pagar carreteras con cotizaciones sociales y no con impuestos.

El apunte se realiza en caja, ya que responde a la devolución de un préstamo que el Estado efectúa a la Seguridad Social para financiar gastos en el País Vasco que realmente no se utiliza, ya que las comunidades forales ajustan sus cuentas con el Estado vía cupo. Hasta hace tres años, la Seguridad Social no devolvía esos fondos y ahora el Estado echa mano de ellos, ya que su situación es más apurada.

Una de las razones es la caída de los ingresos por el impuesto de sociedades (0,6%) en los 11 primeros meses del año, que Elvira Rodríguez justificó ayer con un amplio muestrario de argumentos: menos beneficios de las empresas, mayores devoluciones, externalización de los planes de pensiones, internacionalización de las empresas... Todos ellos sugieren que esta figura tributaria es cada vez menos relevante en la distribución de la carga fiscal y aún más con las medidas que entrarán en vigor el año que viene.

En la contabilidad nacional todos estos problemas se evaporan, hasta el punto de que el Estado ha alcanzado un superávit en los 11 primeros meses del año del 0,6% del PIB (4.009 millones de euros), con una mejora del 63,3% sobre el mismo periodo del año anterior. Los recursos (ingresos) han aumentado a un ritmo del 6,7%, mientras que los empleos (pagos) crecieron un 5,4%.