El Ejecutivo desliga definitivamente el futuro de sus presupuestos de las cuentas de las diputaciones

El Gobierno se pronunció ayer, por primera vez desde que el portavoz del PNV, Joseba Egibar, ligase la suerte de los presupuestos del Ejecutivo y los de las diputaciones, en favor de una negociación de las cuentas del Gabinete desvinculada de cualquier otro extremo: 'En ningún momento lo condicionaremos a ninguna otra materia', recalcó ayer el portavoz, Josu Jon Imaz, en una comparecencia en San Sebastián. Ni se ligarán las cuentas al debate sobre el autogobierno, ni a las negociaciones que se desarrollen en las diputaciones, aclaró.

Desautorizó así a Egibar y mostró por vez primera con claridad la postura del Gobierno, aproximándose a los deseos de los socialistas, como hizo ya el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y frente al lacónico 'el Gobierno no tiene nada que decir', con que Vicelehendakaritza respondía hasta ahora a ese interrogante.

Pero Imaz estaba también respondiendo al secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo, quien el pasado jueves condicionó una postura suya que permita la aprobación de los presupuestos a la unidad democrática, la defensa del Estatuto y el desalojo de Batasuna de las alcaldías donde ello sea posible.

El portavoz reiteró la 'voluntad negociadora' del Gobierno para alcanzar un acuerdo presupuestario. 'No nos vamos a contentar con señalar que existe una posición de bloqueo compartida por el PP, el PSE y Batasuna. Vamos a hacer un esfuerzo por buscar acuerdos', resaltó. Pero también insistió en resaltar los 'argumentos contradictorios' de la oposición para justificar sus enmiendas. 'PP y PSE-EE han dicho que van a rechazar los presupuestos porque son unas cuentas para la soberanía y Batasuna porque no son unos presupuestos para la construcción nacional. Algo falla', señaló. En todo caso, advirtió, será quien use los votos de Batasuna para 'bloquear la acción del Gobierno' quien tenga que dar explicaciones. En el otro guante lanzado por Redondo, el de la negociación unilateral con el PNV prescindiendo de EA e IU, Imaz advirtió de que 'la persona que negocie en nombre del Gobierno lo hará en representación de las tres fuerzas', que lo integran.

En este mismo terreno abundó, en una entrevista en Radio Euskadi, el presidente del PNV en Vizcaya, Iñigo Urkullu, interlocutor del PSE en las negociaciones del presupuesto en ese territorio. Urkullu recordó al líder socialista que PNV y EA se presentaron unidos a las elecciones, que el Gobierno es tripartito y que los presupuestos lo son de todas sus áreas. Reprochó a Redondo que olvide su promesa de realizar 'una oposición constructiva y leal' y le instó a realizar 'un gesto' para desbloquear la 'trabada' situación política y que permita 'visualizar' su desmarque del PP. El líder del PNV vizcaíno concretó del todo y pidió al PSE que al menos se abstenga en la votación para evitar la devolución de las cuentas.

El secretario general de EA, Gorka Knörr, dijo que las condiciones que plantea Redondo son 'una cortina de humo' para tapar que PP y PSE tendrán necesariamente que votar con Batasuna para echar atrás los presupuestos.