Zapatero anuncia que viajará a Marruecos en vísperas de Navidad
El Ejecutivo teme que se apunte el tanto de la reconciliación
José Luis Rodríguez Zapatero viajará por fin a Marruecos. Anunciada para antes del verano y aplazada en múltiples ocasiones, la visita del secretario general del PSOE tendrá lugar del 19 al 21 de este mes sin que se haya reincorporado a su puesto el embajador marroquí en Madrid, llamado a consultas por el rey Mohamed VI a finales de octubre para poner así de manifiesto su descontento hacia España.
El anuncio del viaje fue realizado ayer por los diarios socialistas marroquíes y por el propio Rodríguez Zapatero durante el acto conmemorativo del 23 aniversario de la Constitución, en el Congreso de los Diputados. El líder socialista explicó que su viaje debía servir 'no para enredar sino para desenredar'.
Rodríguez Zapatero ha cambiado, aparentemente, de opinión. A principios del mes pasado dio a entender que no haría tal viaje mientras persistiera la crisis diplomática hispano-marroquí pero ahora lo ha anunciado confiado en que podrá ser útil para superarla. Durante su breve estancia está prevista una audiencia con el rey, además de varias entrevistas con personalidades socialistas como el primer ministro, Abderraman Yussufi.
El secretario general considera que no traicionará al Gobierno de José María Aznar con esta iniciativa que ha sido consultada por la secretaria de relaciones internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, con el Ministerio de Asuntos Exteriores. La diplomacia española, aseguran fuentes socialistas, ve con buenos ojos la visita porque puede allanar el camino de la reconciliación.
Adalid del arreglo
Algunos miembros del Ejecutivo temen, sin embargo, que si el viaje conlleva una mejora de la relación bilateral Rodríguez Zapatero se apunte el tanto, según señalan fuentes gubernamentales. 'Es posible que las autoridades marroquíes quieran convertir al dirigente socialista en el adalid del pleno restablecimiento de relaciones', explica un alto funcionario español.
Desde que el 27 de octubre el embajador fue llamado a consultas por el monarca la tensión entre Rabat y Madrid no ha amainado. Los diplomáticos españoles acreditados en Marruecos se han convertido en una suerte de kremlinólogos y escrutan cualquier gesto de las autoridades, como hacían antes del desmoronamiento de la URSS los especialistas en interpretar a los líderes soviéticos, sin que por ahora hayan advertido ningún síntoma de distensión.
La última decisión marroquí con relación a España ha sido la prohibición de importación de pollitos de un día para cría y de huevos para incubar que el diario L'Economiste de Casablanca interpreta como un boicoteo pese a que las autoridades de Rabat han alegado razones sanitarias. Técnicos españoles viajarán el lunes a Marruecos para intentar resolver el problema.
Rabat sigue además sin dar fechas para celebrar algunas reuniones técnicas que deberían poner en marcha, antes de fin de año, varios proyectos de cooperación y empezar a aplicar el convenio sobre mano de obra firmado en julio. Si no se pone en práctica antes del 31 de diciembre varios miles de trabajadores marroquíes dejarán de poder emigrar legalmente a España el año próximo.
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