Marruecos pierde el 12% de la cooperación española a causa de la crisis diplomática

La crisis diplomática que desencadenó con España, hace ya casi dos meses, ha tenido un coste para Marruecos en materia de cooperación y de emigración legal a la península Ibérica. Rabat ha perdido en cooperación 272 millones de pesetas, el 12% del monto total presupuestado para este año. Será además imposible que emigren legalmente a España el año próximo entre 10.000 y 20.000 trabajadores, tal y como vaticinó el ministro marroquí de Empleo, Abbas el Fassi, aunque la desaceleración económica hubiese acabado recortando esa previsión.

Unas críticas formuladas el 15 de noviembre por el nacionalista Abbas el Fassi incitaron al Gobierno español a dar su visto bueno a la puesta en práctica de la ayuda al desarrollo sin supeditarla a la previa resolución de la crisis diplomática.

En consecuencia, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, envió al día siguiente una carta a su homólogo, Mohamed Benaissa, instándole a concluir en el más breve plazo posible acuerdos de cooperación pendientes de firma porque las dotaciones económicas correspondientes figuran en las previsiones presupuestarias de 2001. La Embajada española en Rabat remitió después una nota a sus interlocutores marroquíes proponiéndoles múltiples fechas para la rúbrica.

Los marroquíes han dado la callada por respuesta a sendas iniciativas, aunque tanto Benaissa como el secretario de Estado de Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, han acusado al Gobierno español en el Parlamento marroquí de recortar su cooperación.

El primer programa que ha quedado suspendido ha sido el de cooperación interuniversitaria que, con 110 millones de pesetas, financiaba proyectos de investigación conjuntos entre centros de enseñanza de ambos países.

A esa cantidad hay que añadir otros 112 millones que se iban a dedicar a la mejora de la eficiencia del regadío en Muruya (este de país) y 50 millones para la reorganización del sistema de seguro agrario.

En total, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) no desembolsará este año un 12,4% de los 2.196 millones de pesetas que tenía asignados a Marruecos, el principal beneficiario de la ayuda española al desarrollo.

Otros acuerdos de cooperación, que no guardan relación con la AECI, tampoco acaban de arrancar desde mucho antes que se desatase la crisis. Es el caso, por ejemplo, del crédito blando de 50 millones de dólares (9.250 millones de pesetas) para el desarrollo social del norte de Marruecos concedido en septiembre de 2000 con motivo de la visita a Madrid del rey Mohamed VI. Rabat no presenta solicitudes para usarlo.

Más grave aún para Marruecos es la no celebración de la comisión mixta que, bajo la presidencia del ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, y su homólogo El Fassi, debía poner en marcha el convenio laboral suscrito en julio que hubiese permitido a varios miles de trabajadores marroquíes emigrar legalmente a España el año próximo. 'No se entiende esta decisión por parte de un país en el que el paro urbano ronda el 20%', comenta un diplomático español.

Aunque no se impedirá la entrada legal en España de trabajadores marroquíes, señaló el viernes pasado Aparicio, Maruecos sí va a perder la prioridad en la gestión de sus solicitudes.

Cuando en abril, con motivo del fracaso de la negociación pesquera, la relación entre Madrid y Rabat se empezó a tensar, la inversión española en Marruecos registró también una brusca caída, mucho más acentuada en que en resto del mundo. La bajada fue del 97% en el primer semestre del año, según reveló el diario Cinco Días.