La industria cultural en pleno se rebela contra la piratería y exige leyes más severas
Ante la cercanía de la Navidad, harta de denunciar el aumento de la piratería y de ver cómo la sociedad y los políticos la consideran más un asunto de picaresca que un delito, la gente del ocio y la cultura ha unido por primera vez su voz para decir basta a un negocio que, según calcula, genera 130.000 millones de pesetas al año.