Un libro reúne los textos inéditos de Juan Ramón sobre Madrid

'Esta obra de Juan Ramón Jiménez consigue que la gente se pasee por Madrid de la mano de la poesía. Te lleva a la Puerta de Alcalá, a la clínica del Rosario, donde estuvo ingresado, o a la Residencia de Estudiantes', afirmó ayer Carmen Hernández Pinzón, sobrina nieta del poeta, en la presentación de Libros de Madrid. Prosa (HMR, Hijos de Muley-Rubio) en el Archivo Histórico Nacional. Los textos, más de una centena inéditos, se encontraban repartidos entre este centro y la Universidad de Río Piedras (Puerto Rico).

El volumen recopila toda la prosa que Juan Ramón Jiménez (Moguer, 1881- Puerto Rico, 1958) escribió sobre Madrid, ciudad en la que vivió 30 años y que 'le acogió después de llegar de Moguer y antes de su forzoso exilio tras la guerra', como señala el también poeta Andrés Sánchez Robayna en la introducción, que debería haber firmado José Ángel Valente, fallecido el pasado año.

El poeta pinta un Madrid 'posible' y otro 'imposible'. Habla de una ciudad utópica e ideal, la de los jardines, la Residencia de Estudiantes y Carlos III ('Momento maravilloso y desaprovechado, con nuestro renacimiento tardío, ese nuevo renacimiento de Carlos III. Lo que se podía haber conseguido'). Y describe, asimismo, una villa fea arquitectónicamente. El Palacio Real '... parece un enorme fósil, blanco, calizo y despicado sobre el gran cielo gris'.

El editor de Libros de Madrid. Prosa, José Luis López Bretones, puntualiza que se trata de una obra de carácter divulgativo y que tendrán que pasar años para que aparezca una edición crítica. El autor, en vida sólo publicó dos libros de prosa (Platero y yo y Españoles de tres mundos) y esta obra apenas la pergeñó antes de morir en su exilio en Puerto Rico. 'Se conservan claves para navegar en este océano y yo he intentado ordenarlas, pero también he tenido que seguir mi propio instinto', dijo López Bretones.

Hernández Pinzón denunció la falta de interés de las instituciones por la obra de su tío abuelo. 'Ni siquiera hemos tenido ayuda del Ayuntamiento de Madrid. Esto no pasaría en otros lugares. Resulta inconcebible que 43 años después de su muerte quede obra inédita de un premio Nobel'.