Una mujer en muerte cerebral y cuatro intoxicados por alcohol metílico

Cinco inmigrantes bolivianos, vecinos de Alcalá de Henares, sufrieron ayer una grave intoxicación tras ingerir supuestamente alcohol metílico (un producto cuya ingesta produce un efecto devastador en el organismo). Al cierre de esta edición, uno de los intoxicados, una mujer de 32 años, sufría un cuadro de muerte cerebral, otra mujer y un hombre permanecían en estado grave en la UCI del hospital Príncipe de Asturias y otros dos hombres evolucionaban satisfactoriamente y habían sido trasladados a planta, según los médicos, tras haber sido sometidos todos ellos a diálisis (limpieza de la sangre).

Las cinco personas se encontraban en el interior de una modesta vivienda, en el número 8 del alcalaíno paseo del Val, cuando sufrieron la intoxicación por causas aún desconocidas. Sobre las cuatro de la madrugada de ayer, la policía recibió una llamada desde el segundo piso, letra C, del citado portal. Con voz entrecortada, una persona dijo sentirse mal y pidió ayuda. Cuando los agentes llegaron al domicilio, dentro de él había tres niños, que se encontraban bien, y cinco adultos que padecían graves síntomas de intoxicación.

Los agentes trasladaron a dos de los afectados al hospital Príncipe de Asturias, donde los médicos, tras realizar los análisis, comprobaron que la intoxicación se debía a la ingesta de alcohol metílico. Las otras tres personas ingresaron con los mismos síntomas en el centro sanitario entre las seis y las ocho de la mañana, según fuentes médicas. La primera versión ofrecida por el hospital afirmaba que una de las pacientes había fallecido, pero después se comprobó que se trataba de un error y que la mujer se hallaba en estado de muerte cerebral.

Fuentes del Instituto Nacional de Toxicología subrayaron ayer que el alcohol metílico es de uso industrial. Suele emplearse como anticongelante para el radiador de los coches y también como disolvente. En ocasiones, afirman esas fuentes, dicha sustancia ha sido utilizada por desaprensivos para adulterar alcohol. Su consumo produce un efecto devastador en el organismo: ceguera, insuficiencia renal y fallos orgánicos generalizados.