Luz verde a la ampliación de la depuradora del río Besòs

El Consejo de Ministros autorizó ayer un nuevo convenio entre el Ministerio de Medio Ambiente y la sociedad estatal Depuradora del Baix Llobregat SA, por el que ésta llevará a cabo la ampliación de la estación depuradora de aguas residuales del Besòs, en los términos municipales de Barcelona y Sant Adrià de Besòs.

Según informó el Gobierno, en las obras de ampliación, que estarán acabadas en el año 2006, se invertirán 22.750 millones de pesetas (136,73 millones de euros), financiadas en el 85% por el Ministerio de Medio Ambiente y el 15% restante por la Generalitat de Cataluña, a través de la Agencia Catalana de l'Aigua.

El tratamiento biológico de la nueva instalación estará integrado por ocho reactores biológicos y 18 decantadores. El agua proveniente del tratamiento primario será depurada al 92% exigido por la normativa europea. El tratamiento biológico puede actuar sobre un caudal de 525.000 metros cúbicos diarios, lo que supone 197 millones de metros cúbicos al año, una cantidad que supera la capacidad de la mayor parte de los pantanos de las cuencas internas de Cataluña.

El convenio suscrito ayer permitirá también a la sociedad estatal llevar a cabo una serie de actuaciones destinadas a la reutilización de las aguas depuradas por la estación del Baix Llobregat, que permitirán el mantenimiento de zonas húmedas, riego agrícola y construcción de una planta piloto que servirá como barrera de intrusión salina en el retorno del río Llobregat.

La depuradora del Besòs, incluida en el Plan Hidrológico Nacional, da servicio a varios municipios de la zona norte como Barcelona, Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramanet, Badalona, Montgat y Tiana, que producen, si se les suma el consumo industrial, residuos equivalentes a los que generan 2.800.000 personas.

Autovía de Els Alamús

El Consejo de Ministros de ayer también licitó, con más de cinco años de retraso, el desdoblamiento del tramo de la carretera N-II entre las poblaciones de Lleida y Els Alamús (Segrià), que todavía no es autovía. El presupuesto de las obras asciende a 2.428 millones de pesetas (14,5 millones de euros) y su plazo de ejecución será de nueve meses, informa Lluís Visa.

El desdoblamiento de este tramo de carretera de 7,1 kilómetros de longitud era una antigua reivindicación de la ciudad de Lleida, puesto que es el acceso más directo al centro urbano para los vehículos procedentes de Barcelona.

La carretera tendrá dos calzadas unidireccionales de dos carriles cada una, separadas por una barrera rígida de hormigón y arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de 1,5 metros. Están previstas varias glorietas a nivel para acceder a zonas industriales, además de la reordenación de los accesos existentes mediante calzadas laterales y la conexión del cruce de Els Alamús con la variante de Lleida.