Enron corre peligro de desaparecer tras renunciar Dynegy a absorberla
La eléctrica de EE UU se hunde en Bolsa en un colapso sin precedente
Enron, que hace unos meses figuraba como séptima compañía de Estados Unidos y primera del mundo en transacciones energéticas, está al borde de la desaparición después de que ayer Dynegy renunciara a la adquisición pactada a principios de mes. Las acciones de Enron cayeron hasta un dólar, cuando en agosto rondaban los 85, y fueron reducidos a la categoría de bonos basura, antes de suspenderse su cotización.
Cuando se reanudó la negociación, Enron se negociaba a centavos de dólar. Los analistas no encontraban precedentes para el colapso del gigante, hasta hace poco uno de los favoritos de los inversores.
Dynegy renunció a la adquisición de Enron, mediante una operación de intercambio accionarial valorado en 9.300 millones de dólares, con la asunción de otros 13.000 millones de deudas, después de que tres agencias rebajaran a prácticamente a nada la calidad del papel de Enron.
Dynegy alegó para retirarse que Enron le había ocultado información y que por ello hacía uso de la cláusula de suspensión del pacto. A pesar de ello, Dynegy mantiene su plan de adquirir una filial de gas de Enron a cambio de 1.500 millones de dólares. Su cotización quedó también suspendida al tiempo que la de Enron.
Hace sólo un año, Enron era la fuerza dominante de la energía en Estados Unidos, gran beneficiaria de la crisis energética de California con sus precios desorbitados. Su cotización superó los 90 dólares en agosto del 2000. Alrededor del 20% de la energía de Estados Unidos se negociaba en su mercado on-line de Houston, que ayer cerró bruscamente a media mañana.
A las dimensiones y rapidez del colapso se les aplicado la etiqueta de épicos y ayer se comentaba que la caída de Enron será un caso para los libros de historia económica. La crisis se desencadenó a mediados de octubre, cuando Enron anunció pérdidas y el desvío de mil millones de dólares para compensar fracasos inversores. En rápida sucesión trascendieron operaciones sospechosas con entidades controladas por el anterior responsable de finanzas, ingenierías contables y una investigación oficial de la Comisión del Mercado de Valores. Este mismo mes, Enron anunció que iba a revisar las cuentas desde 1997 hasta mediados del 2001, de las que espera recortar no menos de 590 millones en beneficios. Chuck Watson, presidente de Dynegy, echó entonces un vistazo a los libros para comprobar que no había más sapos, y dijo sentirse satisfecho con lo visto, por lo que adquiría la compañía.
La compañía eléctrica norteamericana había previsto construir centrales de generación en España. Su proyecto de mayor envergadura en territorio español consistía en una central de ciclo combinado en la localidad de Mora la Nova (Tarragona), en cuya construcción el grupo anunció una inversión de 100.000 millones de pesetas. Ante las denuncias de las plataformas ecologistas, que sumaron su rechazo a la central con las protestas al Plan Hidrológico Nacional, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña se cuestionó el proyecto y Enron decidió aplazarlo.
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