La planta de Enron en Móra contaminaría 10 veces más que la de California
La empresa Enron Energía Catalana de Generación, SL, filial de la multinacional Enron Corporation, proyecta instalar en Móra la Nova una central de ciclo combinado -generación eléctrica a partir de gas natural y vapor de agua- con cuatro grupos de 400 megavatios cada uno, lo que supone una potencia global de 1.600. Enron ha anunciado una inversión de 100.000 millones de pesetas para la construcción de la central.
Por su parte, Enron Pastoria Energy, también filial de Enron Corporation, está instalando en California otra central de ciclo combinado, que empezará a funcionar el próximo año, con la tecnología Sconox System. Este sistema hará posible una considerable reducción de las emisiones contaminantes a cambio de encarecer el precio de la construcción de la central. Por cada grupo de 500 megavatios instalado en California, Enron Pastoria ha presupuestado 350 millones de dólares, unos 68.000 millones de pesetas. Ello significa, que una central de cuatro grupos, como la de Móra, exigiría un desembolso de unos de 200.000 millones de pesetas, el doble de la inversión proyectada en Tarragona.
Las emisiones previstas por Enron Pastoria en California son de dos partículas de monóxido de carbono por millón -dicho de otro modo, algo más de dos miligramos por metro cúbico de aire-, según describe la propia compañía en la publicación técnica norteamericana Modern Power Systems, en su edición de marzo de 2000. Frente a ello, en Móra la Nova la emisión prevista del mismo gas es de 20 partículas por millón (20 miligramos por metro cúbico de aire).
El monóxido de carbono es la emisión más contaminante y una de las que contribuyen al llamado efecto invernadero. La central de Enron en Móra emitirá asimismo óxidos de nitrógeno y otras partículas de metal procedentes de la combustión del gas natural, según figura en el informe de impacto ambiental del Departamento de Medio Ambiente. Las emisiones de óxidos de nitrógeno previstas en Móra serán unas 20 veces más contaminantes que las de California.
La consecuencia directa de estas emisiones es la llamada lluvia ácida, que en el caso de las centrales de ciclo combinado es muy inferior a la que originan otras instalaciones de generación eléctrica, como las térmicas que utilizan la combustión de carbón o de fuel.
El anuncio del emplazamiento de Enron en Móra la Nova ha despertado una gran oposición en la zona, incluida la creación de plataformas ciudadanas contrarias al proyecto.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se refirió ayer a este asunto y afirmó que la central de Enron 'se puede hacer en otro lugar de Cataluña o España, o no hacerse, pero lo esencial es el modelo de crecimiento'. Según Pujol, si las Tierras del Ebro no están de acuerdo en que se instale Enron porque no coincide con el modelo de crecimiento, 'la Generalitat no tiene ningún interés especial', informa Cristina Andreu.
Enron ha manifestado a este diario que los niveles de emisión previstos en Móra la Nova 'están de acuerdo con las especificaciones actuales y futuras más rigurosas en cumplimiento de los requisitos medioambientales marcados por la Unión Europea'. Un portavoz autorizado de la multinacional se remitió a las notas de la empresa publicadas en diferentes medios de comunicación en las que ésta se limita a señalar que 'será escrupulosa en temas medioambientales, antes, durante y después de la construcción de la planta'. Enron ha encargado el diseño de la central a la conocida firma de ingeniería Inypsa.
El documento de impacto medioambiental, que ha recibido el visto bueno de la Generalitat, aplica la directiva europea 1999/30/CE, 'relativa a los valores límite de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas y plomo en el aire ambiente'. Respecto del monóxido de carbono, el mismo documento especifica que la central de Móra deberá limitar las emisiones con arreglo a lo establecido en el Decreto 833/75, 'sin perjuicio de otros valores más restrictivos que puedan adoptarse por la aprobación de una normativa autonómica, estatal o europea posterior'.
La actual normativa europea es mucho menos exigentes que la norteamericana en cuestiones medioambientales. En Europa, las emisiones de dióxido y monóxido de carbono son muy elevadas debido al parque automovilístico y a la importancia del transporte de mercancías por carretera, hasta tal punto que la Comisión Europea ha reconocido que 'no se podrán alcanzar los compromisos adquiridos en la última cumbre mundial sobre el planeta, celebrada en Kioto (Japón)', según el Libro Verde de la energía difundido por Bruselas el pasado mes de noviembre.
Técnicos vinculados al sector energético aseguran que los países miembros de la UE aplican en cada caso sus propios principios, dependiendo de las legislaciones nacionales y europeas, pero sobre todo atendiendo a exigencias de riesgo para la población y a criterios de sostenibilidad. Asimismo acusan a Enron de haber presentado en España proyectos 'cuyos costes medioambientales serían inasumibles en otros países industrializados'. Además de la central de Móra, Enron tiene proyectada la construcción de otra de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (Cádiz) y ha efectuado una tercera reserva de solares en Tordesillas (Valladolid), que utilizaría si falla una de las dos primeras.
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