La quiebra de Enron, bajo investigación criminal en EE UU
Acusan al gigante de haber hinchado durante cuatro años sus balances financieros con ganancias ficticias
Las autoridades de EE UU han puesto bajo investigación criminal a la empresa Enron, que el año pasado se declaró en quiebra en un escándalo cuyas ramificaciones podrían salpicar al vicepresidente de los Estados Unidos, Dick Cheney.
Fuentes oficiales han rehusado indicar cuándo se inició la investigación, pero han señalado que está dirigida por la Comisión de Cambios y Valores y en ella participan fiscales de las ciudades de Houston, San Francisco y Nueva York.
Hasta su declaración de quiebra en diciembre del año pasado, Enron era considerada una de las empresas más grandes del país dedicadas a la comercialización de electricidad y gas natural, así como a la venta de carbón, celulosa, plásticos y metales.
Sus 20.000 trabajadores quedaron sin empleo después de que Enron anunciara que terminaba sus operaciones debido a que en los últimos meses de 2001 había sufrido fuertes pérdidas financieras.
Hace un año las acciones de la empresa se negociaban en el mercado de valores a un promedio de 80 dólares. Su última cotización ayer, miércoles, fue de 79 centavos de dólar por acción. Fuentes del Departamento de Estado dijeron ayer que un punto central de la investigación es la posibilidad de fraude debido a alianzas empresariales que causaron su endeudamiento.
Estas fuentes señalaron que esas alianzas sirvieron para ocultar problemas financieros para proteger sus antecedentes crediticios al tiempo que la empresa "hinchaba" durante cuatro años consecutivos sus balances financieros con ganancias ficticias.
Sin embargo, Robert Bennet, abogado de Enron, ha asegurado que "cuando esta investigación termine, se habrá demostrado que muchas de las cosas que se están diciendo no son ciertas".
El anuncio de la apertura de investigaciones se ha producido un día después de conocerse que varios directivos de la compañía se reunieron en seis ocasiones durante el 2001 con el vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, o miembros de su oficina.
El martes pasado una carta del consejero legal del vicepresidente, David Addington, al congresista Henry Waxman ha revelado las fechas de las reuniones con Cheney o alguno de sus asesores.
La última reunión de un empleado de Cheney con representantes de Enron se celebró el 10 de octubre, seis días antes de que la compañía con sede en Houston (Texas) anunciara su quiebra.
Las reuniones entre el personal de la vicepresidencia y la compañía tejana comenzaron en febrero de 2001, apenas un mes después de la toma de posesión del nuevo Gobierno de George W. Bush. Varias de las entrevistas tuvieron lugar con motivo de los trabajos de Cheney y un grupo asesor, que elaboraron un nuevo plan energético, presentado en mayo pasado.
El vicepresidente se ha negado, desde entonces, a decir con quién se reunió para elaborar ese plan. El número de encuentros con directivos de Enron y las fechas aparecen en la carta de Addington, que responde a una petición del congresista Waxman, para quien la compañía de energía tuvo "amplio acceso" al grupo que elaboró el plan energético.
Los críticos a las medidas energéticas y la oposición demócrata acusan a Bush y Cheney, quienes tuvieron altos cargos en la industria petrolera de Texas, de haber favorecido a ese sector en la elaboración de ese plan, que propone abrir más zonas protegidas a la prospección de hidrocarburos.
La empresa, en el séptimo lugar de la lista Fortune 500 de las empresas más grandes del país, también es objeto de investigación por parte de cinco comités del Congreso, la Comisión de Cambios y Valores y el Departamento del Trabajo.
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