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El Gobierno sube los billetes de Renfe con la excusa de reforzar la seguridad tras el 11-S

El nuevo impuesto oscila entre 0,02 y 0,30 euros y entrará en vigor en abril de 2002

A partir del 1 de abril del año que viene, viajar en tren será más caro. El Gobierno ha decidido añadir al aluvión de subidas de impuestos para 2002 una nueva tasa por el uso del ferrocarril. A través de las enmiendas del PP en el Senado a la Ley de Acompañamiento y sin explicación pública, ha incorporado una tasa de seguridad en el transporte de viajeros por ferrocarril. La cuantía será 0,02 euros (3,3 pesetas) por persona y viaje para los trenes de cercanías y regionales; de 0,15 (25 pesetas) para grandes líneas y 0,30 euros (49,9 pesetas) para el AVE. La medida supone unos ingresos para Renfe de unos 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas). La justificación es la seguridad por 'el incremento de las amenazas e incidentes en el contexto internacional'.

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Sin tregua ni descanso, el Gobierno ha emprendido una carrera de subida de impuestos por los más variados motivos.La nueva tasa por viajar en tren responde, según la justificación que el PP acompaña en su enmienda en el Senado, a 'los nuevos requerimientos en el campo de la seguridad por el incremento de las amenazas e incidentes que se han venido produciendo en el contexto internacional'.

Es una referencia a los atentados del pasado 11 de septiembre en Nueva York que, según el PP, va a suponer 'la adopción de medidas adicionales' que 'conllevará un considerable aumento de los costes de los equipos y los servicios de seguridad'. Este mismo argumento se utilizó, por ejemplo, para aumentar un 10% la tasa de aproximación a los aeropuertos.

El Gobierno entiende que no sólo los aviones, sino también los trenes tienen que ser más seguros y por ello ha decido crear esta nueva tasa que reportará unos ingresos en torno a los 12 millones de euros anuales (atendiendo el número de viajes que la compañía hizo el año pasado). Se ha incluido dentro de las enmiendas a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos presentadas por el PP en el Senado, aunque durante su presentación el pasado jueves, el senador popular Damián Caneda no informó de ella.

Es verdad que no explicó todas y cada una de las 89 enmiendas presentadas a la Ley de Acompañamiento ni las 61 de los Presupuestos de 2002 porque, como él mismo reconoció, de la mayoría de ellas se había enterado 20 minutos antes de que se cerrase el plazo. Pero la tasa de Renfe es de las que más impacto va a tener en el bolsillo de los ciudadanos. En 2000, se efectuaron 438 millones de viajes en tren. Por cada uno de ellos se pagará la nueva tasa.

La cuantía es diferente según el tipo de tren. Los de cercanías y regionales (los más usados con casi 400 millones de viajes al año) se gravarán con una tasa de 0,02 euros (3,32 pesetas) por persona y viaje. No obstante, entre el 1 de abril del año que viene y el 31 de diciembre, la tasa para este segmento será de 0,01 euros (1,66 pesetas) por viaje.

Cuando se trate de abonos para varios viajes, la tasa será de 0,03 euros (5 pesetas) multiplicado por el número de días de validez. No obstante, entre el 1 de abril y el 31 de diciembre del año que viene, el importe de la tasa será el resultado de multiplicar 0,015 euros (2,49 pesetas) por día.

En el caso de los servicios de grandes líneas (13 millones de viajes), la cuantía de la tasa es de 0,15 euros (25 pesetas) por persona y viaje, y de 0,30 euros (50 pesetas) para el AVE (5 millones de viajes). En estos dos tipos de líneas no existe periodo transitorio.

Más subidas

La nueva tasa sobre los viajes en tren se une al rosario de medidas fiscales que el Gobierno ha aprobado después de enviar los Presupuestos al Congreso, a finales del pasado mes de septiembre. Nada más entregar en las Cortes el proyecto de ley de Presupuestos para 2002, el Consejo de Ministros aprobó un añadido a la Ley de Acompañamiento para una modificación amplia del impuesto de sociedades. No se consideró que la reforma fuera a alterar el estado de ingresos y los Presupuestos no fueron modificados.

Una vez superado el trámite del Congreso, el Gobierno ha utilizado el Senado para incluir más modificaciones que afectan a todos los impuestos y a un buen número de leyes de lo más variado. En este caso, no han sido los atentados del pasado 11 de septiembre los causantes, sino el nuevo sistema de financiación autonómica, aunque el resultado sea el mismo: los ciudadanos tendrán que pagar una nueva tasa sobre carburantes y combustibles.

Tampoco en esta ocasión se ha considerado que los Presupuestos deban cambiar ya que, según se ha dicho, esta tasa irá a parar a las comunidades para financiar la sanidad. No obstante, la parte del IVA (16%) que grava estos productos se aplica sobre el precio más los impuestos (el especial y la tasa), con lo que la Hacienda central también se quedará con un pellizco en todo este río revuelto.

La tasa es de 0,024 euros (cuatro pesetas) para las gasolinas y gasóleos de automoción y de 0,006 euros (una peseta) para el gasóleo agrícola y de automoción. Al mismo tiempo, el PP del Senado ha incluido entre sus enmiendas la subida media de un 8% para las bebidas alcohólicas, del 5,75% en el caso de la cerveza.

La justificación del Gobierno es que este impuesto estaba congelado desde el año 1996, igual argumento que se ha utilizado para aumentar un 4,8% los módulos que utilizan los pequeños empresarios para calcular su IRPF y el IVA. También mediante enmienda en el Senado el Gobierno ha decidido reducir un 75% la tasa sobre el uso del espacio radioeléctrico, la única rebaja prevista, en este caso por 'un cambio en las condiciones del mercado'.

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