Búsqueda en la boca del lobo
El Pentágono pone el dinero y la mejor tecnología para cazar a Bin Laden; lo persiguen rastreadores afganos
Los estrategas del Pentágono están elaborando un plan minucioso para dar caza a Osama Bin Laden y a los líderes talibanes, pero sin exponer a los soldados norteamericanos a los peligros de una búsqueda por los túneles excavados en las montañas afganas. En su lugar, el Pentágono confía esa tarea a los bombardeos sistemáticos de su fuerza aérea, a los guerrilleros de la oposición antitalibán y a los cazadores voluntarios que buscan la recompensa ofrecida por EE UU.
Los estrategas militares indicaron el lunes que no están dispuestos a hacer correr riesgos a las fuerzas de operaciones especiales exponiéndolas a combates bajo tierra que podrían resultar letales, cuando las nuevas tecnologías y aliados voluntariosos pueden hacer el trabajo. Esos estrategas planean utilizar gas y calor para detectar grupos de gente viviendo en las cuevas o túneles del subsuelo.
'¿Para qué arriesgar soldados si tenemos 50.000 combatientes antitalibanes?'
Si este método no resulta, la coalición antitalibán simplemente esperará hasta que las fuerzas talibanes se queden sin alimentos en sus escondrijos. 'Uno puede arriesgarse a tener muchas bajas o tener paciencia', aseguró una fuente del Pentágono. '¿Para qué arriesgarse cuando tenemos 50.000 combatientes sobre el terreno que pueden hacerlo por nosotros?'.
El secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, está seguro de que ya han sido registradas algunas cuevas naturales y búnkeres para comprobar si estaba allí Bin Laden, líderes de Al Qaeda, la organización terrorista del millonario saudí, y dirigentes talibanes, pero dejó claro que los soldados norteamericanos no participaron en la búsqueda. 'Si estuviésemos haciendo eso no lo estaría comentando', añadió Rumsfeld. 'Y además hemos ofrecido una importante recompensa. Nuestra esperanza es que el incentivo dual de ayudar a liberar el país de un régimen represivo y la recompensa de una gran cantidad de dinero servirá para que mucha gente empiece a rastrear esos túneles y cuevas buscando a los malos', añadió.
Respecto a si EE UU tiene previsto enviar fuerzas adicionales para rastrear las cuevas y túneles, Rumsfeld agregó que ya tienen allí el número previsto de efectivos, que en este momento son 'varios cientos'.
Al menos algunas cuevas están siendo rastreadas por militantes antitalibanes y cazarrecompensas dispuestos a arriesgar su vida por los 25 millones de dólares (unos 4.700 millones de pesetas) ofrecidos por EE UU por la captura de Bin Laden y del líder talibán Mohammed Omar.
Aunque los combates continúan en bolsas de resistencia talibanes, varios de los cazarrecompensas han enviado fotografías de cuevas sospechosas a un experto en el sistema subterráneo afgano.
'Las gentes que buscan la recompensa en Afganistán han empezado a enviarme correos electrónicos con fotografías de búnkeres donde ellos saben que ha estado Bin Laden', manifestó John Ford Shroder, un geólogo y geógrafo de la Universidad de Nebraska que puso mapas de las cuevas afganas en una página web hasta que el FBI le pidió que la suprimiera. 'Sé que algo había de cierto porque he visto fotos similares a personas con las que yo nunca he hablado', añade Shroder refiriéndose a agentes de los servicios secretos norteamericanos.
Bin Laden y otros miembros de su organización, a quienes se atribuye la responsabilidad de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Washington y Nueva York, se cree que están escondidos en búnkeres excavados en las profundidades de las montañas cercanas a Jalalabad, noreste del país y cerca del, en otros tiempos, feudo talibán de Kandahar, actualmente zona de guerra entre talibanes y oposición pastún.
Bin Laden, hijo de un magnate saudí de la construcción, habría reforzado su búnker con puertas de acero, según Shroder, quien añadió que no va a revelar de quién obtuvo esta información. 'Las coordenadas son perfectamente conocidas por Washington'.
Los túneles están excavados en el granito de las montañas, y son rocas extremadamente duras. Fuentes del Pentágono indicaron que el general Tommy Franks, comandante en jefe de la guerra de Afganistán, aprendió mucho de la experiencia de Unión Soviética en el país. La URSS perdió muchos soldados a manos de los cuchillos y trampas mortales de los muyahidin en esos escondites subterráneos.
Una de las cosas que aprendió fue a utilizar los más modernos artilugios de guerra. La densidad de la roca dificulta el ataque, y por eso las fuerzas norteamericanas usan bombas que pueden penetrar profundamente en el búnker dentro de la roca. Otros sistemas que están utilizando sus fuerzas son misiles lanzados a través de las aberturas y entradas de los túneles e incluso explosivos destinados a destruir el oxígeno y asfixiar a cualquiera que se esconda dentro.
La actividad dentro de los túneles puede ser detectada mediante aviones de reconocimiento equipados con cámaras térmicas y aparatos que pueden detectar las emisiones de dióxido de carbono del aliento de las personas.
© Los Angeles Times
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.