El PNV y los proyectos energéticos en Vizcaya

Nadie sale al paso a las declaraciones de Josu Jon Imaz y del responsable de EGI Unai Andraka, que se han despachado a gusto sobre los proyectos energéticos en marcha en la Margen Izquierda, Zona Minera y Amorebieta. Han acusado a un miembro del Gobierno vasco, Javier Madrazo, de insolidario por apoyar una manifestación contra la central térmica de Boroa, manifestación a la que acudieron la práctica totalidad de sus votantes, los del PNV.

Por lo visto, ningún miembro del Gobierno vasco puede discrepar de lo que ordene el todopoderoso PNV que, curiosamente, señaló la entrada de IU en el Gobierno como una importante aportación de 'otra sensibilidad'. Han impuesto el rodillo del poder absoluto sobre la voluntad popular.

Pero no sólo a Madrazo han acusado de insolidario; al hacerlo, Andraka nos ha llamado insolidarios a todos aquellos que estamos en contra de la instalación de IGCC en terrenos de Abanto, en especial en Las Carreras. A éste alevín, le supongo joven, habrá que darle unos cursillos acelerados de medio ambiente, urbanismo, disciplina urbanística y reglamentación de actividades molestas, insalubres y peligrosas, porque, por lo visto, sólo ha tenido tiempo de empaparse en la política del amén a sus superiores.

Insolidario y antiecologista es quien no sabe lo que es tener cerca de su vivienda una empresa altamente contaminante como Petronor desde hace 30 años. O cómo asitimos, día sí y día también, a fugas y emisiones sin que el departamento correspondiente del Gobierno haga nada por evitarlo. Y habla de solidaridad con terceros países, a los que habría que mandar los residuos tóxicos de Petronor (¿dónde se mandan ahora?). Si en el siglo XXI aún no son capaces de reciclar esos residuos, ¿de qué sirven los tan cacareados avances tecnológicos? No, hay que procesarlos en Las Carreras, encima de sus caseríos y viviendas, de sus pastos y árboles, de sus cauces fluviales, hay que destruir más aún si cabe la Zona Minera, todo ello en nombre de la 'solidaridad y el ecologismo' que esconde una operación especulativa de alto nivel para beneficio exclusivo de socios y accionistas de Petronor.

Miente, señor Andraka, y de manera descarada, cuando apunta a la posible desaparición de la propia refinería. Eso es un argumento falaz y amenazante para los ciudadanos, los que trabajan en refinería y los que no lo hacen; eso es tratar de empozoñar las relaciones sociales entre vecinos, y todo ello por objetivos macroeconómicos y políticos que usted defiende con uñas y diente, como haría un perro fiel hacia su amo.