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Los talibanes siembran la confusión sobre el paradero de Bin Laden y el mulá Omar

Los jefes de las tribus pastunes opositoras afirman que tienen cercada la ciudad de Kandahar

Francisco Peregil

Tras una semana de derrotas y retiradas, los talibanes inauguraron ayer un nuevo frente: el de la confusión. Abrió el fuego el embajador talibán en Pakistán, Abdul Salem Zaeef, al declarar que 'Osama Bin Laden había abandonado Afganistán acompañado de sus mujeres e hijos'. La información fue recogida inmediatamente por la agencia Associated Press y la televisión árabe Al Yazira, pero menos de dos horas después, el propio embajador rectificó y afirmó que el líder de Al Qaeda seguía en el país, sin dar más detalles. Tanto el Pentágono como el Gobierno británico señalaron que no tenían indicios de que Bin Laden hubiera huido de Afganistán.

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La confusión se extendió también al paradero del líder espiritual de los talibanes, el mulá Omar, y al control de la ciudad de Kandahar, bastión de los monjes-soldados. El viceministro de Exteriores talibán, Malik Najibullah, declaró ayer que los talibanes seguían siendo los amos de Kandahar, que el mulá Omar no había salido de la ciudad y que 'lucharían hasta el último aliento'. Sin embargo, Mohamed Yousuf Pashtium, portavoz del jefe tribal pastún contrario a los talibanes Gul Agha Shirzai, aseguró ayer que el líder talibán había abandonado la ciudad y delegado su administración en oficiales talibanes de toda confianza. 'No sabemos dónde se encuentra el mulá Omar. Lo que sí sabemos es que esta mañana, hace dos horas, ha habido disparos en la ciudad. Nos consta que hay divisiones entre los talibanes'.

El viernes por la noche, Gul Agha Shirzai reunió a mil hombres de distintas tribus pastunes, salió de la ciudad paquistaní de Quetta y se plantó en las afueras de Kandahar para emprender conversaciones de paz con los talibanes, según informó ayer su primo y portavoz, Yousuf Pashtiun. Éste dijo que los jefes tribales le estaban dando a los talibanes la oportunidad de rendir las armas. 'Podríamos tomar la ciudad en el momento que quisiéramos. Pero preferimos que todo se haga de forma pacífica, tal como nos hemos comprometido con nuestra majestad Mohammad Zahir Shah . Una vez que empiezan los tiros no hay forma de pararlos'.

Yousuf Pashtiun reconoció que no podía hablar en nombre de todos los jefes pastunes porque aún no habían nombrado ellos un portavoz oficial. 'Pero pueden estar seguros de que lo que digo refleja el sentir general de todas las tribus'. El portavoz aseguró que la mayoría de los soldados talibanes han huido a sus aldeas, a Irán y a Pakistán. 'No creo que los talibanes puedan reunir ahora mismo ni a más de mil personas en la ciudad. Y en el aeropuerto no quedarán más que doce o trece talibanes'. Ante la posibilidad de que los jefes pastunes se venguen de los talibanes tal como, según Naciones Unidas, ha ocurrido cuando la Alianza del Norte tomó Mazar-i-Sharif y Kabul, el portavoz explicó: 'Cualquiera que se rinda con nosotros sabe que no debe temer venganzas ni represiones. Nuestras costumbres, nuestro código ancestral de conducta nos lo impide'. La opción de que la Alianza del Norte acuda desde Kabul a Kandahar sólo serviría para empeorar las cosas, según Pashtiun. 'Esto es algo que tenemos que resolver los pastunes, y de la forma más pacífica posible', añadió.

Ayer, en Quetta, las casas de Gul Agha y Hamed Karzai, los dos jefes tribales pastunes que aseguran haber cercado Kandahar, se encontraban custodiadas por milicianos de sus propias tribus. Ahsan-Ul Lah, un comandante pastún que dice mantenerse en contacto permanente con Karzai, declaró ayer a EL PAÍS que cuenta con 100 pastunes para luchar contra los talibanes en el momento que aquél se lo pida. El comandante pastún explicó que de las decenas de jefes que 'tienen cercada Kandahar', cuatro son los más importantes y de éstos, Karzai y Gul Agha son los más poderosos. 'Y son también los que miran por el bien del país. Porque los otros dos, Sher Agha y Mula Naqueeb, miran por sus propios intereses. Y no me extrañaría que dentro de poco se vendan a los de la Alianza Norte'.

El comandante Ahsan Ul Lah declaró que ya ha llegado el momento en Afganistán de que intervenga Naciones Unidas. 'Sólo este organismo podrá impedir que haya venganzas, crímenes y, al final, un abuso de poder por parte de la Alianza Norte'.

Tres <i>muyahidin</i> vigilan un cruce en el centro de Jalalabad.
Tres muyahidin vigilan un cruce en el centro de Jalalabad.EPA

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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