La OTAN prepara una operación aérea para distribuir ayuda en Afganistán

La OTAN parece haber encontrado la vía para desempeñar un papel destacado en el conflicto de Afganistán. El Comité Militar dejó ayer listo un amplio plan aéreo para llevar ayuda humanitaria a Afganistán, que incluirá el empleo de decenas de grandes aviones y helicópteros, así como el despliegue de unos centenares o miles de soldados para su protección en la zona. Los principales mandos militares también han analizado la hipótesis de enviar una fuerza de interposición o estabilización integrada por unos 30.000 soldados, pero el Consejo Atlántico no contempla por ahora esa posibilidad.

El lunes será el Consejo Atlántico (los 19 embajadores de la OTAN) los que den su aprobación oficial al plan aéreo, que sólo se pondrá en marcha a petición de la ONU. Una vez activado el plan, se calcula que cada día se desplazarán a diario a Afganistán y países limítrofes entre 5 y 15 grandes aviones cargados con ayuda suministrada sobre todo por Estados Unidos y la Unión Europea, si bien serán al menos 40 los aparatos que formen parte de la operación.

En Afganistán, y para distribuir la ayuda a zonas alejadas, la OTAN dispondrá también de varias decenas de helicópteros. Tanto las vías de distribución como los aeropuertos y centros de almacenamiento estarán protegidos por soldados aliados. Tras la luz verde de los embajadores en la OTAN el lunes próximo, se convocará una conferencia de asignación de fuerzas para determinar la aportación de cada país. Los aviones de transporte empleados serán algunos de los que están a disposición permanente de la Alianza, incluidos algunos españoles, mientras que será la OTAN la que coordine la aportación de soldados por parte de cada aliado.

La semana pasada, según fuentes de la Alianza, los principales mandos militares también elaboraron un plan ante la hipótesis de tener que enviar una fuerza de interposición o estabilización, dado que la ONU preparaba, como hizo el jueves, una resolución sobre el envío a la zona de una fuerza multinacional. Altos cargos de la Alianza indicaron ayer que, en efecto, ésta es la única organización en el mundo con capacidad y experiencia (Kosovo o Macedonia) para materializar en un corto plazo una operación de ese tipo, pero también creen que, a la vista del rápido desmoronamiento del Ejército talibán, 'parece poco probable' que la OTAN tenga que poner en marcha una operación de ese tipo. De hecho, añadieron, no está previsto debatirlo en los próximos días.

Pero como hipótesis de trabajo sí fue manejada por los mandos militares, que previeron la posibilidad de enviar una fuerza de unos 30.000 hombres a Afganistán, aunque no llevaron esa propuesta a ningún organismo oficial de la Alianza. En un breve comunicado, la OTAN calificó ayer tarde de 'infundadas' algunas noticias según las cuales estaba debatiendo la posibilidad de enviar tropas para el mantenimiento de la paz en Afganistán y que el Comité Militar no ha llegado a plantear esa posibilidad.

Ayer, expertos de la OTAN y de la ONU mantuvieron una reunión en Ginebra para conocer cuáles van ser finalmente las peticiones concretas que puede hacer la ONU a la Alianza Atlántica.

Totalmente al margen de estos planes, varios países aliados participan ya o están a punto de hacerlo en la llamada Operación Apolo, dentro de la bautizada por EE UU como Libertad Duradera. Ayer mismo, 100 comandos británicos se disponían a desplegarse en la base aérea de Bargram, al norte de Kabul, aunque Londres asegura estar dispuesta a enviar unos 4.000 soldados, aparte de su participación en los bombardeos desde el comienzo de los ataques.

España, a la espera

Francia también ha anunciado el despliegue en Mazar-i-Sharif de 60 soldados (que finalmente serán 300, ampliables hasta 2.000), mientras Italia enviará 2.700. Alemania está pendiente de desplegar 3.900 hombres y España, a la espera de una petición concreta de EE UU, dice estar dispuesta a enviar 800. Hasta ahora, y una vez que la OTAN activó el artículo 5º de defensa mutua, la Alianza ha adoptado varias iniciativas. A petición de Washington, por ejemplo, mantiene desplegados en EE UU cinco aviones AWACS de alerta aérea y desplazó al Mediterráneo Oriental su fuerza permanente en ese mar. Además, puso a disposición de EE UU todos los puertos y aeropuertos de los países aliados, así como sus espacios aéreos. También ha intensificado la colaboración de sus servicios de inteligencia y ha iniciado un amplio plan para reaccionar ante un hipotético ataque bioterrorista.

Sin embargo, el secretario general de la OTAN, George Robertson, ha insistido en varias ocasiones en estos meses en que la Alianza debe jugar un papel más activo en el conflicto.