La UE pide ayuda a las farmacéuticas para enfrentar el bioterrorismo

Imaginar ataques bioterroristas y cómo prevenirlos o aminorar sus efectos. Ésta es la tarea en la que está inmersa la UE y para la cual la Comisión Europea y los ministros de Sanidad, reunidos ayer en Bruselas, han pedido la colaboración de la industria farmacéutica.

Tras varias reuniones, uno de los asuntos más debatidos por la UE con la industria de los medicamentos es cómo aumentar el stock de vacunas contra la viruela, por ejemplo. Antes, incluso se ha tenido que analizar si las dosis aún existentes serían efectivas, lo que de momento ha resultado positivo.

'Después del 11 de septiembre, todo es posible', explicó ayer el director general de Salud y Protección de los Consumidores, Fernand Sauer. 'Y lo que está claro es que nadie está preparado actualmente para un ataque bioterrorista'.

Los ministros de Sanidad de los Quince aprobaron ayer por unanimidad la propuesta belga de reforzar todos los mecanismos de los que dispone la UE actualmente para luchar contra el bioterrorismo. Un grupo de especialistas ya está analizando la forma de conectar a todas las redes existentes para conseguirlo. Lo más novedoso es la intención de coordinar las diferentes redes sanitarias, como la de enfermedades transmisibles o la de alerta temprana alimentaria, con las redes de protección civil, que son las que, en caso de ataque, saben gestionar un problema de orden público. 'Se trata de asegurarnos de que, en caso de ataque bioterrorista, la UE tendrá la respuesta más adecuada', explicó ayer el comisario europeo de Sanidad y Consumo, David Byrne.

Los expertos comunitarios ya han celebrado tres reuniones sobre la forma de mejorar los sistemas de alerta, y con las farmacéuticas ha habido un primer encuentro. Una de las tareas que se ha impuesto la UE con ayuda de la industria es la de hacer un inventario de agentes biológicos susceptibles de ser utilizados para ataques terroristas y elaborar una estrategia contra ellos.