El PP da carpetazo al 'caso Gescartera' con el apoyo de CiU en medio de una bronca colosal
La oposición reprocha al Gobierno que desempolve Filesa y eluda sus responsabilidades actuales
El debate en el pleno del Congreso del dictamen de la comisión parlamentaria de investigación del escándalo de Gescartera transcurría por el relato de las conclusiones de cada grupo hasta que tomó la palabra el portavoz del PP, Vicente Martínez Pujalte. Pese a dus diferencias, todos los portavoces se habían centrado en Gescartera: los más moderados -CiU y CC-, para resaltar las mejoras que se introducirán para que no se repita el escándalo, y los demás -PSOE, IU, PNV y Grupo Mixto-, para reclamar al PP y al Gobierno que asuman sus responsabilidades políticas. Llegó Pujalte, desempolvó Filesa y desató un previsible tumulto de las filas socialistas que le exigían que hablara de Gescartera, lo que éste ignoró entre aplausos y abucheos.
'El PP no ha dicho absolutamente nada de lo que pasó en Gescartera, pero nada de nada. La habilidad del señor Pujalte para irse por las ramas es realmente increíble. La sociedad no se ha enterado de lo que ha pasado aquí. Sólo se va a enterar de que ha habido un follón terrible', recriminó el diputado del PNV Pedro Azpiazu al portavoz popular.
Joan Puigcercós, del Grupo Mixto, reprochó a Pujalte que se 'refugie en un búnker barraqueta y no sea capaz de asumir un sólo atisbo de autocrítica' y agregó que acudirá al próximo debate 'con chubasquero', visto cómo aplica el PP 'el ventilador'. Desde IU, Felipe Alcaraz le recriminó la 'irracionalidad del forofismo' y le espetó que en Gescartera 'se han demostrado cuestiones de responsabilidad política que no se asumen, y una mayoría absoluta, por muy absoluta que sea, no puede votar que un tomate es un mamífero'.
Pero las opiniones de todos estos grupos de la oposición, o las de CiU y CC respaldando al PP, importaban muy poco al portavoz del PP, quien convirtió su intervención en un ataque personal al 'inmaduro' diputado socialista Juan Fernando López Aguilar. Pujalte acusó al PSOE de haber emprendido una 'cacería' y haber vuelto de ella con 'el morral vacío'. López Aguilar le replicó que no ha habido tal cacería y que el PP 'se siente mucho más cómodo con las monterías y los trofeos amañados'. Sobre la inmadurez le respondió que el PSOE espera encontrar un 'punto medio con millones de españoles entre la inmadurez y la putrefacción'. Y Pujalte le preguntó si con las palabras 'inmadurez y putrefacción' se refería a 'las dos direcciones socialistas'.
A ese nivel llegó el turno de réplica, después de que Pujalte utilizara el primero, de defensa del dictamen que ayer resultó aprobado con los votos del PP, CiU y CC, para desenterrar el caso Filesa y decirle al PSOE que para cuentas en Suiza, las suyas.
En el primer turno, López Aguilar comunicó al PP que 'la sociedad' no participa del dictamen 'autoabsolutorio' del grupo mayoritario sobre el escándalo de Gescartera y dio distintas versiones sobre cómo el PSOE ve aplicar al Gobierno la 'ley del embudo': 'Para los ciudadanos de a pie, la ley a palo seco, y para los amigos y miembros del Gobierno, tratamiento privilegiado y blindaje frente a la ley que no les gusta'. Entre los aplausos de su grupo, concretó: 'Se llame Montoro, o Piqué o Rato'. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Pique, y el titular de Administraciones Públicas, Jesús Posada, fueron los únicos miembros del Gobierno presentes en el debate.
La bancada del PP protestó con rumores y abucheos a las imputaciones de López Aguilar al 'sospechoso' funcionamiento de la Agencia Tributaria, que 'no sólamente no siguió la pista, sino que paralizó las inspecciones más relevantes'; a la Secretaría de Estado de Economía, que 'aprobó un expediente irregular de transformación' Gescartera en agencia de valores; a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que 'no sólo no intervino Gescartera, sino que la toleró, alentó, apoyó y convivió con sus mentiras al borde de lo imposible'; y a los ministros Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, de quienes pidió la destitución.
Cuando López Aguilar expuso su teoría de la responsabilidad política, el volumen de los rumores y protestas subió perceptiblemente. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, pidió al diputado socialista que fuera concluyendo. 'Se es responsable cuando uno se equivoca al nombrar y esos nombramientos producen efectos perjudiciales para la Hacienda Pública, o cuando uno es pasivo o negligente en la vigilancia de los subordinados', argumentó. Montoro lo es por el nombramiento de Enrique Giménez-Reyna. Y Rato, por haber convertido la CNMV 'en una conspiración permanente contra sí misma', según López Aguilar. Por eso, el PSOE reclamó a Aznar la destitución de ambos y reiteró su petición de que una comisión investigue la actuación de la Agencia Tributaria en este caso.
IU, PNV y Grupo Mixto también pidieron el cese de los ministros. Alcaraz, además, hizo un detallado inventario de las lagunas que el dictamen, aprobado por 186 votos contra 119, deja sin explicar.
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