Los editores españoles ponen en marcha una ambiciosa campaña para captar lectores

Los editores españoles se enfrentan a una triste paradoja: España, uno de los países que edita más libros del mundo, tiene uno de los índices de lectura más bajos de Europa. Ayer, la Federación de Gremios de Editores de España presentaba en una fiesta, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, su plan para impulsar la lectura. Patrocinado por el Ministerio de Cultura, este plan pretende tener un eco rápido en escuelas, bibliotecas y medios de comunicación, aunque los resultados, según señaló el director general del Libro, Fernando de Lanzas, son siempre 'a largo plazo'.

La Fiesta de la Lectura, que ayer convocaron los editores en Madrid, reunió a editores, libreros, distribuidores y autores, entre otros Manuel de Lope, Marcela Serrano, Fernando Delgado, Fernando Valverde, Rafael Martínez Alés, Fermín Vargas, Isabel de Polanco, Federico Ibáñez, Juan de Isasa y Josep Lluís Monreal. El acto se abrió con la lectura de un texto de José Luis Sampedro, y lo cerraron Rosa Regàs y Ángel González. 'El acto de leer es una especie de amor. Sólo quien lo probó sabe lo que es', dijo González. 'Leer es un antídoto contra la concepción fundamentalista del mundo y contra la violencia', señaló Regàs.

Todos, según el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Emiliano Martínez, forman parte de la ambiciosa estrategia que han diseñado para abordar el problema de los bajos índices de lectura en nuestro país.

En España lee un 58% de la población mayor de 14 años. Un 42% no lee nunca, según datos de 2000. 'Dentro de ese 58%, hay un 22% que son lectores ocasionales o incluso muy ocasionales', señala Emiliano Martínez. 'Influir en ese 22%, en esos lectores que llamamos fronterizos, además de en los que no leen nunca, es una de las tareas fundamentales de nuestra iniciativa'.

La campaña impulsada por los editores se enmarca dentro del plan general diseñado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Con un presupuesto de 22.000 millones de pesetas para los próximos cuatro años, Cultura invertirá fundamentalmente en la creación de bibliotecas públicas; en campañas publicitarias (como la que se ha puesto en marcha el mes pasado); en la realización de estudios y encuestas sobre los hábitos lectores; en el diseño de material educativo para la mejora de las bibliotecas, y en comunicación. 'El fomento de la lectura jamás se puede tomar a corto plazo', señala Fernando de Lanzas, 'se necesita continuidad. En Inglaterra, donde el índice de lectura es muy superior al español, del 80%-85%, se siguen programas similares al nuestro. Todo el esfuerzo es poco. Cualquier acción es siempre muy lenta, se necesita tiempo y trabajo, y por eso es fundamental que el plan tenga una continuidad al margen de las diferentes legislaturas'.

Orientación al lector

Entre las acciones impulsadas por el plan de los editores -que cuentan con un presupuesto de 125 millones de pesetas para un año y que son acciones paralelas a las iniciadas por el ministerio-, está la próxima puesta en marcha del Servicio de Orientación al Lector (SOL), que funcionará a través de Internet, por teléfono y por correo ordinario. El SOL, auspiciado por la Federación de Gremios de Editores y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, va dirigido 'a personas que quieren descubrir, mantener o desarrollar su afición a la lectura', afirmó Antonio Basanta, director de la Fundación Ruipérez. 'Será un recomendador de lectura, se trata de una iniciativa muy compleja y apasionante'. Consiste en el asesoramiento personalizado sobre la lectura, primero para niños y jóvenes y posteriormente para adultos. Se trata, a grandes rasgos, de un servicio que recomendará a los lectores -de acuerdo con sus gustos y características personales- los libros que podrían interesarles. A partir de ahí, se les facilitará todo tipo de información sobre el autor, los personajes y otras obras relacionadas o parecidas.

Para conocer los hábitos de lectura, la Federación de Gremios de Editores de España presenta con una periodicidad trimestral los Barómetros de hábitos de lectura y compra de libros, en los que se analizan las características de los diferentes grupos de lectores. Ahora, la federación pretende ir más lejos, y a través de nuevos informes buscará los motivos por los que una parte importante de la población no lee jamás; en qué medida las nuevas tecnologías pueden ser una amenaza para la lectura; qué se puede hacer para cambiar las tendencias, y qué se puede aprender de otros países en los que el índice de lectura ha aumentado.

La Fiesta de la Lectura sirvió ayer para hacer público el informe del filólogo e investigador José Antonio Millán sobre cómo las nuevas tecnologías han afectado a la lectura. El estudio, titulado La llave del conocimiento, se repartió entre los asistentes a la reunión de los editores y se va a distribuir gratuitamente en las librerías. En él, Millán afirma: 'Sólo el que tiene un hábito de lectura y una formación puede asimilar toda esa saturación de información que está en la Red'. Millán trabaja ahora en otro de los proyectos impulsados por los editores: La lectura en España. Informe 2002. En él se analizan la situación actual -a través de la oferta editorial, los puntos de venta, los hábitos de lectura y el sistema educativo- y las posibles líneas de actuación: el papel de la familia, el sistema educativo, la lectura y la formación del pensamiento.