Björk seduce al público del Liceo con un concierto que fue un paseo por sus sueños
Björk ha salvado ya el inmenso precipicio que separa a una estrella del pop-rock de ser un fenómeno sociocultural. Ayer en Barcelona quedó muy claro. Su concierto en el Gran Teatro del Liceo no fue sólo música. Fue un acontecimiento social. No sólo porque la puerta del sanctasanctórum operístico catalán se le abriera de par en par a ella y a sus seguidores, sino por todo el halo mágico que parece rodear a la cantante.