Máxima alerta de seguridad en el norte de Mallorca

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, tropezó ayer en las escalinatas de Formentor y José María Aznar le cogió de la mano mientras asía también por el brazo a Yasir Arafat. El ministro de Exteriores de Israel, Simón Peres, cerraba este grupo que se sitúa en el centro de la actualidad.

Una masa de periodistas en movimiento libre alteró el rígido sistema de seguridad y protección personal que se había impuesto y un operador de televisión se precipitó con su equipo hacia los arbustos del jardín.

Los mandatarios hablaron al mediodía casi dos horas durante su almuerzo en una mesa solitaria, cerca de la playa. El menú dispuesto fue compatible con la cultura y el credo gastronómicos de los distintos comensales: rodaballo, cordero, helado de café y pastelitos. De beber, vino y zumo de naranja.

Centenares de escoltas internacionales y numerosas unidades de las distintas fuerzas de seguridad españolas blindan estos días la inaccesible península de Formentor, a 80 kilómetros de Palma de Mallorca. Unidades navales, helicópteros y sucesivos retenes de la Guardia Civil en la carretera reforzaron la sensación de invulnerabilidad. En los pasillos y jardines de la conferencia, cada metro y medio había una persona de pie, alternándose policías secretos y azafatas uniformadas.

El hotel Formentor tiene una historia repleta de huéspedes que son personalidades políticas y culturales. Casi doscientos empleados atienden hoy el singular complejo hotelero, construido hace 70 años, que tiene 127 habitaciones y ha llegado a estar en venta por más de 20.000 millones de pesetas.

Las preguntas de Pujol

'¡Qué belleza! ¿De qué año es? ¿Es negocio?'. Se preguntaba el presidente de la Generalitat ,Jordi Pujol, mientras miraba el atardecer. 'Nadie sabe como se podrá resolver el conflicto internacional actual. Lo único que se observa es que, pese a las dificultades enormes, Peres y Arafat ya se han visto. Esto ya es muy positivo', aseguró Jordi Pujol, que disertó largamente con Miquel Nadal, secretario de Estado de Asuntos Exteriores.

El presidente de Baleares, el socialista Francesc Antich, fue con Pujol la única autoridad autonómica española invitada por la Fundación Repsol, organizadora del foro.

Antich copresidió los actos con Aznar, pero el portavoz del Ejecutivo balear lamentó la falta de información oficial sobre el evento, mientras que la alcaldesa de Pollença, máxima autoridad local de Formentor, Francisca Ramon, llegó a exclamar que, vistas las medidas de control impuestas y la ausencia de comunicaciones previas: 'Habría sido mejor si no se hubiese celebrado aquí este foro'.