La ruptura entre las provincias y el Gobierno deja a Argentina en una situación insostenible
La pugna retrasa un nuevo plan de ajuste y pone al país al borde de la suspensión de pagos
El ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, confirmó ayer que el pacto fiscal firmado hace un año entre el Gobierno federal y las endeudadas provincias 'es de imposible cumplimiento' porque el Estado no tiene dinero. La ruptura de las negociaciones entre el Ejecutivo y los gobernadores provinciales demora el anuncio de las nuevas medidas económicas prometidas por el presidente Fernando de la Rúa y deja el país en una situación insostenible que podría desembocar en una suspensión de pagos de la deuda.
El jueves por la noche los gobernadores del opositor Partido Justicialista (peronista) se retiraron de la mesa de negociaciones después de una agria discusión en la que Cavallo manifestó que el Gobierno no está en condiciones de cumplir el acuerdo de coparticipación federal, que le obligaba a transferir a las provincias 1.364 millones de dólares mensuales. La declaración de Cavallo llevó ayer a la Bolsa de Buenos Aires a retroceder casi un 3% y al país entero a ponerse a la cabeza de los que tienen más riesgo del mundo en términos de capacidad para pagar la deuda. El índice que mide ese riesgo sobrepasó los 2.000 puntos y el país puede derrotar hacia la suspensión de pagos de esa deuda.
El endeudamiento que arrastra el conjunto de las provincias supera los 21.000 millones de dólares, 8.000 de los cuales corresponden a créditos directos concedidos por bancos. Varias administraciones provinciales no han pagado los aguinaldos y deben los salarios de los últimos meses. La suspensión de las aportaciones del Estado es consecuencia de la aplicación de la ley de déficit cero aprobada en agosto pasado para frenar el gasto público, agobiado por el pago de intereses de una deuda externa de 140.000 millones de dólares.
Deuda provincial
La deuda provincial tiene que ver con los elevados intereses a pagar por los préstamos bancarios. Cavallo criticó a los gobernadores que en los años 1997, 98 y 99 'aceptaron créditos y se comprometieron a pagar tasas de interés muy altas y , con factores multiplicadores hasta el 40% anual, amortizaciones en plazos cortos, y los garantizaron con la coparticipación federal'. Como consecuencia, al tener que hacer frente a pagos financieros muy elevados, los recursos que les quedan son escasos cuando no inexistentes. 'Hay gobernadores que han gastado en exceso y que se endeudaron con cláusulas exorbitantes. El manejo irresponsable de las provincias provocó la pérdida del crédito de Argentina', dijo Cavallo.
Hasta ahora, la política de déficit cero impuesta por la cruda realidad de la falta de crédito ha generado amplias protestas, pero no ha servido para poner en orden las finanzas públicas. Septiembre ha sido el primer mes, desde la aplicación del ajuste, en que Argentina cumplió el objetivo marcado por el FMI. Según las cifras que difundió esta semana el Ministerio de Economía, el mes pasado el Gobierno logró un superávit de 124 millones de dólares, aunque para ello hubo un recorte de gastos de 354 millones de dólares. Sin embargo, la recaudación no ha mejorado.
