La UE sólo puede dictar una 'condena moral' contra el depósito de lindane
Bruselas aprecia una 'infracción clara' y decidirá en diciembre si lleva el caso al Tribunal Europeo
La Comisión Europea estima que la construcción del depósito de lindane del aeropuerto de Bilbao sin la preceptiva declaración de impacto ambiental supone una 'infracción clara', pero admite que al tratarse de un aspecto formal sólo puede haber una 'condena declarativa o moral', según aseguran fuentes comunitarias. Las autoridades europeas abordarán en diciembre este caso, que fue considerado infracción contrastada el pasado julio, para decidir si lo trasladan al Tribunal de Justicia Europeo. Las argumentaciones del Gobierno vasco no han convencido a la UE.
El depósito del aeropuerto fue la primera infraestructura importante acometida por el Departamento de Medio Ambiente para neutralizar el problema del lindane, que ha contaminado cerca de medio millón de metros cúbicos de suelos en Euskadi, casi todos ellos en el área metropolitana de Bilbao. Sus obras se iniciaron en 1997 y concluyeron en abril de 1998 al enterrar 105.000 metros cúbicos de tierras tóxicas, en medio de una gran polémica sobre las medidas de seguridad que se habían adoptado.
Una denuncia planteada por la asociación ecologista Lur Maitea llevó el caso a la UE, que, tras dos años de investigaciones, apreció ilegalidades y abrió en el verano de 2000 un proceso de infracción. En julio, la Comisión confirmó que la infraestructura vulneró la normativa europea por la falta de la declaración de impacto ambiental, un requisito existente en el depósito de lindane de Barakaldo, una infraestructura de similares características actualmente aún sin concluir.
Bruselas admitió que las medidas adoptadas para acometer los trabajos fueron similares a las que se contienen en las declaraciones de impacto, pero entendió que la elaboración de este estudio, antes de acometer un proyecto de este tipo, garantiza la legalidad del procedimiento.
Transcurridos los dos meses establecidos para que el expediente pase a la siguiente fase, la Dirección XI (Medio Ambiente) de la Comisión estima que la 'infracción es clara', según señalan fuentes comunitarias. Los medios consultados se remiten, en cualquier caso, a la decisión final que debe adoptar la Comisión, tras analizar el informe jurídico que prepara la Dirección XI.
Sin embargo, al tratarse de una infracción formal, no existe posibilidad de reparación posterior en el caso de que se decida trasladar el caso al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. 'Sería una condena declarativa, moral', afirman dichas fuentes. La UE ya llevó un caso similar en Alemania al Tribunal de Luxemburgo y fue rechazado por la máxima institución judicial de los Quince, aunque en este expediente las obras se habían iniciado antes de que se hubiera traspuesto la directiva sobre declaraciones de impacto ambiental.
El centro ArteaEl traslado o no al Tribunal Europeo se abordará con toda probabilidad en la próxima reunión sobre quejas existentes en toda Europa por infracciones de las directivas comunitarias, prevista para diciembre.
El depósito de lindane se encuentra en una situación similar al caso de la construcción del centro comercial Artea, en Leioa, que también ha sido calificado como una infracción y está pendiente de traslado al Tribunal Europeo. Éstas son las únicas infraestructuras en Euskadi que, por motivos medioambientales, han llegado a ser catalogadas como infracciones por Bruselas.
La diferencia estriba en que la ilegalidad de Artea se basa en el incumplimiento de tres directivas -residuos peligrosos, evalución de las repercusiones de los proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente y protección de aguas subterráneas contra la contaminación causada por determinadas sustancias peligrosas- y en este caso sí existe la posibilidad de reparación de daños. En sus investigaciones, la Comisión ha concluido que se han creado, sobre una zona contaminada, dos vertederos y un gran centro comercial y, tras las últimas alegaciones del Gobierno vasco, estima que la ilegalidad persiste.
El depósito de lindane del aeropuerto de Bilbao -que almacena los suelos contaminados bajo la cabecera de la pista principal- es la única de las tres principales infraestructuras acometidas sin ayudas europeas. Costó 1.193 millones y los ecologistas aseguran que en principio se pidieron subvenciones a la UE, pero que la solicitud se retiró cuando ellos presentaron su queja en Bruselas.
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