La espera para un trasplante de hígado es inferior a un trimestre en tres de cada cuatro casos
Casi un 40% de los pacientes necesita la operación por una cirrosis causada por el alcohol
Tres de cada cuatro ciudadanos vascos que han recibido un trasplante hepático (el 76%) han tenido que esperar menos de tres meses para la operación. El dato fue aportado ayer por Andrés Valdivieso, codirector del programa específico de Euskadi, en la presentación de la 13ª Reunión Nacional de Grupos de Trasplante Hepático, que reunirá a más de 400 especialistas en Bilbao entre mañana y el viernes. La mayoría de los pacientes (un 38%) presentan cuadros de cirrosis provocada por el consumo de alcohol, seguidos por los tumores de hígado y cirrosis por hepatitis B.
'No se realizan trasplantes a enfermos alcohólicos, sino a ex alcohólicos, tras un periodo de abstinencia de al menos un año y una exhaustiva valoración psicológica y psiquiátrica', matizó Valdivieso. En el resto de España, estos diagnósticos tienen una incidencia similar al País Vasco, si bien aquí el número de pacientes atendidos por cirrosis alcohólica 'es un poco más alto', señaló Jorge Ortiz de Urbina, director de trasplante hepático del País Vasco, que no consideró 'significativa' esa diferencia.
La supervivencia en los pacientes trasplantados es muy alta, ya que la mortalidad alcanza sólo un 4,4%. Esta cifra está muy por debajo de la media española, que ronda el 7,5%, según indicó el codirector del programa vasco. 'La mejor supervivencia se da en pacientes cuyo trasplante es por cirrosis de alcohol y la peor, en aquellos que la tienen por el virus de la hepatitis B', apuntó Valdiveso.
Poco rechazo
En la actualidad, apenas hay problemas con el rechazo al nuevo órgano. 'Un cuerpo siempre rechaza un órgano ajeno, pero con los fármacos que hay ahora no supone un problema grave para el paciente', indicó Ortiz de Urbina. La mayor revolución en este campo llegó con la ciclosporina, un medicamento que comenzó a aplicarse en 1980. 'Cambió la tasa de supervivencia en los pacientes trasplantados, que pasó de un 28% al 70%. En los años noventa, se descubrió un nuevo inmunodepresor que mejoró aún más los resultados', concretó. Ahora la mayor preocupación de los médicos son las infecciones, 'aunque también se resuelven con medicamentos en la mayoría de los casos', puntualizó Ortiz de Urbina.
Entre otros datos, Valdivieso hizo hincapié en que los donantes cada vez son más mayores. La edad media asciende a 45 años. 'Precisamente, una de las ponencias de estas jornadas versa sobre el uso de donantes añosos', aseguró Valdivieso, quien destacó que no existe ningún problema en ser un receptor de 30 años y recibir un hígado de un donante mayor. 'Esa persona puede vivir hasta los 80 años, lo que le corresponda', afirmó.
La reunión nacional está organizada por la unidad correspondiente del Hospital de Cruces y se celebrará en el Palacio Euskalduna de Bilbao desde mañana y hasta el próximo viernes, conjuntamente con la décima reunión nacional de enfermería de la misma especialidad. Tras el acto de apertura, los doctores Eduardo Jaurrieta y Carlos Margarit, que realizaron el primer trasplante hepático en España en febrero de 1984, analizarán el pasado, presente y futuro de esta terapia. Durante los otros dos días se debatirán novedades en los tratamientos, modelos organizativos, las funciones de los servicios de apoyo, así como la hospitalización a domicilio, entre otras cuestiones.
La coordinadora de trasplantes del Hospital de Cruces, Pilar Elorrieta, apuntó ayer la importancia de la concienciación en la donación de órganos. En Euskadi, afirmó, la donación es más alta que en el resto de España, con 50 donantes por millón de habitantes. 'Las negativas de familiares a donar se han reducido drásticamente. De cada 10 familias, hay una que puede decir que no'.
