Nuevo revés para Puerto Triana

'La madre de todas las grandes superficies comerciales', como define el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Luis Pizarro, al proyecto comercial y de ocio Puerto Triana, tiene todos los visos de ser una de las damnificadas por la moratoria. Desde febrero de este año, su viabilidad está en manos de la Junta de Andalucía, después de que la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio decidiera que este proyecto urbanístico de la zona sur de la Isla de la Cartuja constituía una modificación cualificada del Plan General de Ordenación Urbana y, consecuentemente, su aprobación correspondía a la Administración autonómica.

Hace apenas un año, todos confiaban en que la primera piedra estuviera puesta en febrero de 2001 y que el centro abriera sus puertas a principios de 2003. Hoy, el proyecto, diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill y cifrado en 30.000 millones de pesetas, tiene un futuro más que incierto y la moratoria anunciada por la Consejería de Economía constituye un varapalo más. Sobre el papel, son más de 5.000 metros cuadrados de superficie comercial, pero el delegado municipal de Urbanismo, Rafael Carmona, insiste en que Puerto Triana no es un gran centro, sino que reunirá a muchos pequeños comercios. Este argumento, sin embargo, no parece ser válido según la Ley de Comercio Interior, que incluye en la definición de centro comercial al conjunto de establecimientos que, integrados en un mismo edificio o complejo de edificios, disponen de algún elemento de gestión común, que puede ser desde un aparcamiento a una puerta de entrada o una imagen comercial.

Economía tiene sobre la mesa seis expedientes que podrán ser resueltos antes de la paralización

Lo que es seguro es que Puerto Triana no podrá contar con la licencia de la Junta antes de 2003, ya que, como advirtió la pasada semana la consejera de Economía, Magdalena Álvarez, este proyecto no existirá para su departamento hasta que Obras Públicas no dé el visto bueno a la modificación urbanística y el Ayuntamiento le remita la solicitud a Economía. Si en 2002 no se va a tramitar ninguna licencia, a Puerto Triana no le queda más remedio que esperar otro año.

La que, en principio, sí va a poder cumplir con su calendario es la primera tienda en Andalucía de la compañía sueca Ikea, líder mundial en venta de muebles y accesorios de decoración, cuya inauguración está prevista para 2003 en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta (17.000 habitantes). Fuentes municipales y de la promotora están convencidas de que la moratoria no va a afectar a este proyecto, que cuenta ya con las licencias del Ayuntamiento y espera tener en breve las de la Junta. Economía tiene ahora sobre la mesa seis expedientes que sí podrán ser resueltos antes de la moratoria.

Ikea invertirá 6.000 millones de pesetas para abrir esta tienda, que creará 300 puestos de trabajo, el 95% de los cuales estarán ocupados por vecinos del entorno, según los responsables de la compañía. Además, la tienda formará parte del futuro parque comercial de El Valero, que ocupará 56.000 metros cuadrados y que, en una segunda fase, prevé contar con un gran complejo de ocio.

Uno de los últimos proyectos en recibir la aprobación de la Junta antes del anuncio de la moratoria ha sido el del Centro Comercial Eroski en Alcalá de Guadaíra (60.000 habitantes), que ya lo tiene todo listo para empezar a tramitar las licencias de obras y de apertura. Este complejo tendrá 7.400 metros cuadrados de galería comercial y 8.000 de hipermercado, además de 3.000 metros cuadrados para ocio y restauración. La inversión total ronda los 8.000 millones de pesetas.

Para prevenir el recelo del comercio tradicional de la localidad, el Ayuntamiento de Alcalá ha firmado un convenio con la empresa merced al cual los pequeños y medianos comerciantes tendrán derecho preferente para instalarse en el nuevo centro; además, Eroski se ha comprometido a buscar en la localidad los proveedores y subcontratas y a contar para su plantilla con la población alcalareña, sobre todo con el colectivo de mujeres desempleadas.