Los editores españoles se muestran muy prudentes y apenas apuestan por nuevos libros
No precipitarse, no comprar ningún libro a lo loco. Ésta es la consigna que los editores españoles mantienen en esta 53ª edición de la Feria Internacional del Libro de Francfort. Sólo ha habido una apuesta de riesgo en ficción, El afinador de pianos, del joven estadounidense Daniel Philip Mason, la historia del viaje de un ciudadano inglés a Birmania a finales del siglo XIX, que se ha quedado Salamandra.
Del marasmo de libros sobre terrorismo, Afganistán o islamismo, sólo dos se han colocado en la recta final. Holy war, inc, del comentarista político de la CNN Peter Bergen, que se ha quedado Mondadori, y Gerds (Gérmenes), de tres periodistas de The New York Times sobre la guerra bacteriológica, cuya compra aún no ha sido cerrada.
No hay presiones para comprar en caliente, ni subastas multimillonarias. Los editores españoles están actuando con una prudencia infinita. No son tiempos para jugar con fuego y pillarse las manos. Nadie ha hecho el menor caso de Congo, un presunto best seller en el que un avión se estrella en la selva y entre los supervivientes hay una niña ciega. En general, se han decidido por los más seguros. Alfaguara ha cerrado el contrato para un nuevo libro de Tracy Chevalier, la autora de La joven de la perla, que está en las listas de más vendidos. En esta ocasión, la escritora estadounidense afincada en el Reino Unido cuenta la historia de dos mujeres de diferentes clases sociales, que transcurre en la Inglaterra victoriana. Ediciones B, por su parte, contrató los últimos libros de Doris Lessing y Nadine Gordimer, y Anagramam compró la nueva novela del autor francés Alain Robbe-Grillet, La reprise, la primera que publica tras 15 o 16 años de silencio narrativo.
Planeta adquirió ayer los derechos de Los diez mandamientos paradójicos, en la línea de Quién se ha llevado de mi queso, de Spencer Johnson, de la que editorial Urano ha vendido más de 800.000 ejemplares. Lleva prólogo de este autor, es breve y cuenta, según su subtítulo, 'cómo encontrar el sentido de la vida en un mundo loco'. La feria se clausura el jueves, pero, de hecho, para los profesionales acabó ayer, pues hoy se abre al público. Muchos de los acuerdos se cerrarán a posteriori.
La sorpresa de la feria ha sido El afinador de pianos (éste será su título en español), que la editorial estadounidense Knoff (Random House-Bertelsmann) compró hace apenas tres semanas. Knoff pagó por ella, y por otra novela de Daniel Philips Mason, de 25 años, estudiante de medicina en Harvard y con varias carreras, la astronómica cifra de 1.100.000 dólares (unos 190 millones de pesetas). Salamandra ha pagado muchísimo menos, pero bastante, aunque no quisieron precisar la cifra.
El libro fue enviado a diversos editores españoles hace ocho días. Sigrid Krauss, de Salamandra, explicó que en cuanto vio los primeros capítulos, dejó todo para dedicarse a leerlo, e hizo una primera oferta. El trato se cerró el pasado miércoles por la noche.
Viaje exterior e interior
'La novela es como una película de Ivory', dijo Krauss, llena de sensualidad. Narra el viaje interior y exterior de un afinador inglés de pianos a Birmania, a la zona anexionada por Inglaterra a finales del siglo XIX. Allí un coronel loco ha pacificado la región no con las armas, sino con la música, y cuando el piano que tiene se le desafina exige que le envíen un experto para arreglarlo o, de lo contrario, no continuará su misión. Y empieza el viaje del afinador. 'Es un viaje tanto exterior como interior. Al principio, sólo le interesa el piano, pero a medida que avanza en su viaje hacia Birmania, a través de Egipto, India..., va cambiando su visión del mundo. Es también una hermosa historia de cómo los pueblos pueden entenderse a través de la música', añadio Krauss.
