Ramallo devuelve 1,6 millones de los regalos y admite que su hija es socia de Camacho
El ex diputado del PP comunica al Congreso que ya ha ingresado el dinero en el juzgado
La hija de Luis Ramallo, ex vicepresidente de la CNMV, es socia de una empresa de Antonio Camacho, el dueño de Gescartera. El punto de conexión se sitúa en la firma Mandraque Restauración, creada en octubre de 2000. de la que María Ramallo Bardají adquirió un 5%. Dos meses después, compró un 20% de su capital la sociedad Inversiones Colombo, de la que era accionista Antonio Camacho. Ramallo aseguró ayer que ni su hija ni él conocían tal hecho. Tras hacerse pública la última lista de regalos que recibió de Camacho, el ex diputado del PP optó ayer por devolver al juzgado 1,6 millones de pesetas.
El ex presidente de la CNMV entregó ayer un escrito en el Congreso en el que da respuesta a las preguntas que le formuló el pasado 29 de septiembre el diputado Felipe Alcaraz, de IU. Este parlamentario le preguntó si tenía alguna relación societaria con el dueño de Gescartera, Antonio Camacho. Ese día Ramallo no recordaba ninguna partipación de tales características. Ni de él -'Luis Ramallo no tiene ninguna relación societaria con el señor Camacho'- ni de su familia -'Con el señor Camacho, que yo sepa, no. Y que mi familia sepa, tampoco'-.
Sin embargo, el pasado martes, Ramallo vio la luz: 'Una vez terminada mi declaración en el Congreso, realicé todo tipo de averiguaciones al haber quedado extrañado por la aparente seguridad de Alcaraz. En el día de ayer (9 de octubre) recibí de la administración de la sociedad Mandraque Restauración las escrituras que adjunto. Según puede comprobarse, mi hija María Ramallo Bardají, suscribió un 5% de las participaciones sociales en el momento de la constitución de la compañía. Sin ella saberlo y en virtud de su renuncia a su derecho de adquisición preferente realizada en el mismo momento de la constitución de la sociedad, la sociedad Inversiones Colombo, adquirió un 20% de la compañia'. El escrito de Ramallo, a partir de aquí, entona una explicación exculpatoria: 'Aunque no haya nada ilícito en esta situación, lo cierto es que la misma era desconocida tanto para mí como para toda mi familia, porque mi hija ni siquiera acudió a ninguna junta de socios ni tuvo conocimiento por ningún otro medio de la entrada de esta última sociedad, que pudiera estar vinculada a Antonio Camacho o a Gescartera'.
La documentación aportada por el propio Ramallo para acreditar que su hija no supo nada de la entrada en diciembre de 2000 de Inversiones Colombo es una mera hoja no protocolizada ni validada por ningún notario en la que se dice lo siguiente: 'Yo, María Ramallo Bardaji, en mi condición de socia de Mandraque Restauración, constituida en el día de hoy ante el notario de Madrid Antonio Fernández Golfín, una vez conocido la intención de Golden Vending, SA de vender hasta 9.899 participaciones de la sociedad constituida a terceras personas físicas o jurídicas, acepto dicha venta y renuncio a los derechos preferentes que según la ley me corresponden sobre dichas participaciones'. Curiosamente, según la propia escritura de constitución, en aquellas fechas Golden Vending sólo tenía 2.479 acciones por lo que era dificíl prever que fuera a vender 9.899 acciones. De hecho, en la escritura que aporta Ramallo, se ve que Golden Vending había aumentado en diciembre de 2000 sus acciones hasta 620, aun muy lejos de la cantidad vaticinada por su hija dos meses antes, el mismo día en que se gestaba la empresa. La firma Golden Vending está vinculada al iraní Masud Zandí, que supuestamente prestó el avión en el que Camacho trasladó a trece personas con cargo a Gescartera a la final de la Copa de Europa en París en mayo de 2000.
En Inversiones Colombo han sido administradores tres personas actualmente investigadas en relación con Gescartera: Antonio Camacho, Roberto Santos y Javier Sierra de la Flor. Este último cerró formalmente en nombre de Inversiones Colombo la compra en diciembre de 2000 del paquete accionarial de Golden Vending por un precio de poco más de un millón de pesetas.
Por otro lado, Ramallo ingresó 1,6 millones de pesetas en el juzgado en concepto de devolución de los regalos que le hizo Camacho y que, según ha conocido tras los datos aportados por Hermés, Joyería Suárez y Loewe a la comisión de investigación, ascendían a más de tres millones. Como quiera que Ramallo ya había enviado un cuadro a Camacho por valor de 1,6 millones, devuelve el resto al juzgado ya que 'los importes de todos esos artículos han podido ser satisfechos con cargo a los patrimonios de los diversos perjudicados por el caso Gescartera'. Y aclara Ramallo: 'El pago incluye todos los artículos, incluso los recibidos como regalo, pero ahora veo que todo pudo ser pagado en último término con el dinero de los perjudicados por este asunto, y por ello entiendo que es mi obligación abonar la totalidad de los importes'.
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