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ESCÁNDALO FINANCIERO

El Gobierno de Extremadura retira las ayudas a Manos Unidas

El obispo de Sigüenza-Guadalajara y presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, José Sánchez, hizo en la noche del martes el primer recuento de los efectos colaterales que el escándalo Gescartera está provocando en las finanzas católicas. Sánchez admitió, en una cena con informadores de la Unión Católica de Periodistas, que en septiembre organismos eclesiales como el Domund y Manos Unidas han dejado de percibir mucho dinero en relación con el mismo periodo de años anteriores, informa Europa Press.

En referencia a una comunidad autónoma, sin descartar que fuera la de Extremadura, Sánchez aseguró que se acababa de retirar una subvención de 30 millones de pesetas a la ONG Manos Unidas. Un portavoz de la Junta de Extremadura aclaró ayer, a requerimiento de EL PAÍS, que a finales de agosto el Consejo de Cooperación de Extremadura incluyó a Manos Unidas entre sus propuestas de subvención, pero que el Gobierno de la Junta, reunido el 11 de septiembre, decidió destinar esa cantidad -35 millones- a ayudas directas para Centroamérica.

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'Debajo de un ladrillo'

Considerada la primera ONG del catolicismo español para proyectos de cooperación, Manos Unidas cuenta con un presupuesto anual de casi 7.500 millones de pesetas, de los que 1.500 millones proceden de subvenciones públicas. Su presidenta es Ana Álvarez de Lara, que accedió al cargo en julio de 2000 después de una tormentosa asamblea, para la que la Conferencia Episcopal vetó a varios candidatos y cambió los estatutos para evitar que el personal contratado por la ONG pudiera acceder a sus órganos de gobierno, entre otras medidas. La nueva presidenta recibió el apoyo de 24 delegaciones provinciales, la abstención de 31, la inasistencia de ocho y la dimisión de 11 delegados.

Pero el asunto que más ha dañado la imagen de Manos Unidas ha sido su inversión en Gescartera, donde perdió al menos 50 millones. Los actuales responsables de la ONG culparon al anterior equipo de esas inversiones. [Entre los 2.500 millones que varios organismos de la Iglesia católica invirtieron en esa agencia se encuentra también dinero del Domund.]

El obispo Sánchez declaró el martes que, vista la evolución de los hechos, la reacción de la Iglesia llegó tarde y tenía que haberse producido a finales de julio [cuando empezaron a aparecer las primeras noticias sobre la inversion de algunas entidades eclesiales en la citada agencia de valores]. Él mismo aconsejó no reaccionar ante las primeras noticias que les implicaban, dijo. La Iglesia no puede mantener el dinero debajo de un ladrillo y debe invertirlo, añadió el obispo Sánchez.

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